Desde que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa declaró la guerra a las pandillas de Ecuador el 9 de enero, los homicidios en Durán y la mayor parte del resto del país han disminuido, señala el medio norteamericano InSight Crime especialista en investigación de crimen y narcotráfico.
No obstante, el portal también menciona que la estrategia de la militarización «no ha abordado las dinámicas subyacentes que impulsan la violencia, sobre todo en Durán, que tienen raíces profundas y es probable que resurjan».
Gran parte de la violencia en Durán, precisa el medio, «puede vincularse a una batalla en curso entre dos pandillas, los Chone Killers y los Latin Kings, que compiten por el control de las economías criminales de la ciudad (Durán).
Según datos de la Policía Nacional, ambos grupos, considerados terroristas y como «objetivo militar», han estado presentes en la ciudad durante años pero lograron vivir en relativa paz hasta el asesinato de Manuel Zúñiga, alias ‘King Majestic’, líder de los Latin Kings nacido en Durán. Esto dejó un vacío de poder y reorganizó fundamentalmente el tablero de ajedrez criminal.
In SightCrime señala que Zúñiga había liderado a los Latin Kings a través del proceso de legalización de pandillas en Ecuador en 2009 (en la época de Rafael Correa, hoy asilado en Bélgica y prófugo de la justicia Ecuatoriana), convirtiéndolos principalmente en una organización comunitaria y social. Posteriormente, Zúñiga, «prohibió» al grupo cometer crímenes violentos o unirse a las volátiles alianzas criminales de Ecuador y limitar los delitos de explotación en Durán.
No obstante, ese acuerdo llegó a su fin en 2022, cuando miembros de una pandilla mataron a tiros a Zúñiga en la capital de Ecuador, Quito, supuestamente por intentar negociar la paz allí.
Una vez regrsaron a Durán, los Chone Killers aprovecharon la muerte de Zúñiga. El grupo había comenzado como sicariatos, o asesinos a sueldo, de los Choneros. Pero después de separarse del grupo, los Chone Killers actuaron para establecer su dominio sobre Durán, que se había convertido en su base de operaciones.
Encontraron resistencia por parte de algunas células de los Latin Kings que decidieron volver a la criminalidad después de la muerte de su líder y se vieron a sí mismos como los gobernantes legítimos de Durán.
«Cuando los dos grupos se enfrentaron por su lugar en la jerarquía criminal de la ciudad, surgió la violencia. Al cierre de 2023, Durán registró 453 asesinatos. Su tasa de homicidios de 149 por 100.000 ciudadanos era casi el doble que la de Guayaquil y más del triple del promedio nacional«,concluye el medio norteamircano.
Con información de La República
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