Se han divulgado imágenes a través de redes sociales que muestran desguazado al Boeing 747-300M perteneciente a la aerolínea venezolana Emtrasur Cargo. Este avión estuvo envuelto en una controversia diplomática y permaneció retenido en Buenos Aires durante casi dos años hasta que se llevó a cabo la orden de confiscación solicitada por el gobierno de Estados Unidos.
“Fuimos informados de un acto vil, criminal, indignante: en un aeropuerto de Miami, en la Florida, el imperio gringo vengativo, perverso, con toda su maldad, procedió a descuartizar el avión de Emtrasur, el avión de Conviasa que nos habían secuestrado”, dijo Nicolás Maduro durante una multitudinaria movilización en Caracas. ”Le quitaron el color de la bandera, (…) le borraron el nombre de Emtrasur y luego lo descuartizaron y lo picaron a pedazos”, continuó el dictador.
Previamente, el Ministro de Transporte de Venezuela, Ramón Velásquez, acusó al gobierno de Estados Unidos de “demoralizar al pueblo venezolano” mediante la destrucción del avión de carga de Emtrasur confiscado, calificándolo como un acto que confirma el carácter imperialista de Washington.
“En el desierto de Arizona, el gobierno de EEUU mantiene un cementerio de más de 5.000 aviones, lo que agrava el impacto ambiental global. La demolición de un avión de Emtrasur, ocurrida ayer, se llevó a cabo con la intención de desmoralizar a los venezolanos y poner de manifiesto el carácter imperial de Washington”, escribió Velásquez en la red social X, antes Twitter.
El Departamento de Justicia de EEUU había anunciado previamente la confiscación del avión Boeing 747, que anteriormente había estado en posesión de la compañía iraní Mahan Air, vinculada al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC).
El Departamento de Justicia alega que Emtrasur adquirió la aeronave en violación de las sanciones estadounidenses y que, a pesar del cambio de propiedad, un ex comandante del IRGC y miembro de la junta directiva de la aerolínea iraní Qeshm Fars Ai continuó como capitán del avión. Además, el Departamento de Justicia de EEUU sostiene que entre febrero y mayo de 2022, el avión voló entre Caracas, Moscú y Teherán, violando las restricciones estadounidenses.
El vuelo fue arrestado en junio de 2022 en el aeropuerto argentino Ezeiza tras una solicitud de las autoridades estadounidenses. La decisión de transferir el avión a EEUU se tomó a principios de enero y fue inmediatamente impugnada por un abogado que representaba a Venezuela.
El gobierno de Estados Unidos incautó el avión a mediados de febrero.
“El Departamento de Justicia se ha comprometido a garantizar que toda la fuerza de las leyes estadounidenses niegue a los agentes estatales hostiles los medios para llevar a cabo actividades malignas que amenazan nuestra seguridad nacional”, declaró en un comunicado el fiscal general adjunto Matthew Olsen, jefe de la división de seguridad nacional del Departamento.
El departamento había dicho que el avión sería “preparado para su disposición”, aunque no había dado más detalles.
“Mahan Air -conocida por transportar armas y cazas para el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y Hezbollah- violó nuestras restricciones a la exportación al vender este avión a una aerolínea de carga venezolana. Ahora es propiedad del Gobierno de Estados Unidos”, declaró Matthew S. Axelrod, Subsecretario de Control de las Exportaciones. “La llegada a Estados Unidos de este avión incautado es un poderoso ejemplo de nuestros incesantes esfuerzos por impedir que Irán y sus apoderados aprovechen y se beneficien de la tecnología estadounidense”, agregó.
A su turno, el Fiscal Markenzy Lapointe del Distrito Sur de Florida dijo que “el decomiso por parte de los Estados Unidos del avión de carga Boeing 747 culmina más de 18 meses de planificación, coordinación y ejecución por parte del Gobierno de los Estados Unidos y nuestros homólogos argentinos”.
“Los malos actores -tanto cercanos como lejanos- están sobre aviso de que Estados Unidos utilizará todas sus herramientas para que aquellos que violen nuestras leyes rindan cuentas. El éxito de la incautación del Boeing 747 subraya nuestro compromiso de prevenir la exportación ilegal de tecnologías estadounidenses y hacer cumplir las leyes de control de las exportaciones de Estados Unidos”, aportó Lapointe.
“Los adversarios extranjeros que tratan de utilizar ilegalmente productos fabricados en Estados Unidos para llevar adelante sus empresas deben saber que el Gobierno de Estados Unidos colaborará con la comunidad internacional para exigirles responsabilidades por su conducta ilegal. Estados Unidos agradece la colaboración con nuestros socios policiales y judiciales argentinos”, dijo Matthew M. Graves, el fiscal federal para el Distrito de Columbia.
El régimen de Nicolás Maduro también acusó a los gobiernos de Estados Unidos y Argentina de “colusión” y de violar las normas de aeronáutica civil “así como los derechos comerciales, civiles y políticos” de Emtrasur.
Texto original de Infobae
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