Ecuador recibió $ 4 262,63 millones durante el 2021. Esa cantidad representó $ 1 000 millones más que lo contabilizado en el 2020, de acuerdo con el último informe publicado por el Banco Central del Ecuador (BCE). Esos recursos representaron el 3,45% del Producto Interno Bruto nacional (PIB).
El 63,45% de ese dinero tuvo su origen en Estados Unidos. Es decir, fueron $ 2 768 millones. De España llegaron $ 909,5 millones, lo que equivale al 20,85% del total, según el reporte del 4 de abril de 2022.
El resto de las remesas fue enviadas por ecuatorianos residentes en México, Chile, Perú, Canadá, Colombia, Reino Unido, Suiza, Alemania, Francia y Bélgica.
Según el experto en migración, Rodrigo Mendieta, este crecimiento histórico se debe a la recuperación económica en Estados Unidos y Europa, lo que generó más fuentes de empleo. Otros factores fueron las ayudas que recibieron de esos gobiernos.
Mendieta recuerda que los emigrantes envían más dinero a sus familiares en Ecuador cuando pasan por crisis como la actual generada por la pandemia. “Lo lamentable es que esos recursos no se destinan a inversión para generar un mayor impacto en el largo plazo. Las remesas son fundamentales para la dolarización, pero no hay una política para canalizar ese dinero”.
Durante el 2021, Guayas, Azuay, Pichincha y Cañar recibieron el 74,99% de ese dinero. Eso significó $ 3 271,6 millones. De acuerdo con el Banco Central, esa cantidad se atribuiría a la residencia de miles de hogares beneficiarios en estas áreas geográficas y al número de entidades financieras y empresas remesadoras que brindan el servicio de pago en estas localidades.
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