El contralor Pablo Celi ordenó el inicio de un examen especial sobre el uso de recursos públicos en la Prefectura de Pichincha, que iría de la mano con las investigaciones de la Fiscalía lleva a cabo en contra de la prefecta Paola Pabón, por intentó de desestabilización durante la última paralización.
“La institución no se encuentra paralizada -dijo-. Si el objetivo fue que no se avance en las investigaciones y se consolide procesos de auditoría y en la determinación de responsabilidades; ciertamente no se cumplió”.
Celi anunció que la página web de la Contraloría ha sido restablecida y que se encuentran operativos en varios edificios de instituciones públicas. La ventanilla de servicios por ejemplo funciona en la Superintendencia de Bancos.
Hasta ahora no se han logrado cuantificar los daños, puesto que aún no pueden ingresar al edificio que fue saqueado durante la paralización. Alfredo Negrete, de la Universidad ECOTEC, dijo que la Contraloría en llamas es un símbolo, porque ahí no se guardan combustibles sino informes sobre casos de corrupción en el gobierno del expresidente Rafael Correa.
Unos 1.200 empleados de la matriz de la Contraloría, en Quito, cumplen sus funciones desde otras dependencias estatales. Sus oficinas estarán ubicadas en la avenida Amazonas y Santa Prisca.
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