Ocurrió en agosto de 2014, en un foro sobre libertad de expresión y leyes de medios. Eran os años en que los que su poder parecía intocable, con una prensa perseguida hasta el cansancio, con páginas y espacios en la radio y televisión llenas de réplicas para repetir mentiras comprobadas, que los años demostrarían ser simples verdades que el gobierno del expresidente Correa deseaba mantener bajo la alfombra.
El todopoderoso Fernando Alvarado aseguró en ese foro que cuando empezó a colaborar con Correa le anticipó que los medios eran como la mala hierba. “Tiene dos opciones para relacionarse con los medios: o ser un jardinero eficiente, tenaz, constante para mantener podada la mala hierba, o dejarles un espacio y negociar con ellos”. Correa, según Alvarado, le habría respondido: “Yo quiero ser el jardinero hasta los últimos días de mi gobierno”.
Y así habría comenzado el trabajo de los dos jardineros, uno que terminó en Bélgica y otro en Ghana.
Un trabajo de jardinería que, según la Contraloría, significó el uso de $6’771.096 entre 2013 y 2017 y solo para la realización de los enlaces del expresidente Correa, donde sentenciaba, se mofaba de la oposición, rompía periódicos, insultaba a los periodistas que no eran de su agrado, daba sus direcciones para que sus guerreros digitales salieran en una especie de cacería, empapelaba con sus fotos las pantallas para que fueran reconocidos y sometidos al escarnio.
Un trabajo de jardinería que, según la Contraloría, significó el reparto de contratos con Multivisión Cía. Ltda., Gota Azul, Satre S.A. y MCSquared PR Inc. Solo en cuatro enlaces realizados en el exterior, la Secom habría destinado $1’370.960 para transferir a las distintas oficinas consulares que debían suscribir los contratos de adquisición de bienes y provisión de servicios.
Un trabajo de jardinería que, según la Contraloría, significó costos adicionales al servicio de transporte que no se justificaron por $62.255. Solo a la empresa Multivisión Cía. Ltda. se habría destinado $2’669.427,62 entre el 2014 y el 2015 para el montaje de 63 enlaces.
Pero eso se ha detectado solo en los gastos para los enlaces de los sábados en los que el expresidente Correa dictaba cátedras magistrales de un cinismo perverso, con el control de todo el aparato del Estado decía quién era bueno o quién era malo, quién era inocente o quién era culpable. No está ahí lo hallado en las auditorias a los medios incautados, los contratos de la Supercom para que un ilustrado en una ley diseñada para perseguir cobrara altas sumas de dinero solo para decir que en las tiras de Olafo el Amargado había sexismo. Los negocios editoriales para revistas en papel couché que seguramente están apiñadas en varias instituciones del Estado.
Uno de los aprendices de jardinero ha vuelto de Ghana y ha sido sorprendido por la Fiscalía para tomar su declaración por las irregularidades detectadas por la Contraloría.
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