Después de meses marcados por los retrasos logísticos en la aplicación de los acuerdos, la principal guerrilla de Colombia, las FARC, comenzó el proceso de entrega de armas de sus cerca de 7.000 excombatientes. Fue en la zona rural de transición a la vida civil de La Elvira, en el departamento del Cauca.
Los guerrilleros entregaron las armas a la misión de observación de Naciones Unidas, responsable del inventario y del almacenamiento de fusiles, pistolas, lanzagranadas y lanzacohetes. Tanto el Gobierno de Juan Manuel Santos como la insurgencia no habían dudado en la necesidad de cumplir con lo pactado durante cuatro años de conversaciones en La Habana. No obstante, las diferencias entre las partes giraban en torno al alcance simbólico de una fotografía. Las FARC querían evitar la imagen de la entrega de armas, lo que hubiera podido transmitir la idea de una rendición.
“Hoy, sin duda, es un día histórico. Lo que presenciamos a través de la televisión, no pudimos estar allá físicamente porque el tiempo no nos lo permitió, es algo que el país hace apenas unos años nunca hubiese creído que era posible”, dijo Santos.
El acto estaba diseñado para que quedara constancia de la trascendencia del día. Santos iba a estar acompañado de los expresidentes de España y Uruguay, Felipe González y José Mujica, garantes de los acuerdos. Pero el mal tiempo impidió que aterrizara el helicóptero en el que viajaban. Se procedió igualmente a la escenificación. Un funcionario de la ONU recibió, con carácter simbólico, algunas armas de pequeño y gran calibre y las almacenó para siempre.
Santos intervino desde la base aérea de Cali. “Hoy, sin duda, es un día histórico. Lo que presenciamos a través de la televisión, no pudimos estar allá físicamente porque el tiempo no nos lo permitió, es algo que el país hace apenas unos años nunca hubiese creído que era posible”, dijo.
Jean Arnault, jefe de la misión de observación de la ONU, sí pudo llegar, al igual que los periodistas, a la aldea de La Elvira. Admitió que “el proceso no ha sido exento de desaliento”. “Ha habido muchos acontecimientos, tantas peripecias que cuesta creer que todavía no ha transcurrido un año”, dijo.
El jefe de la guerrilla Pablo Catatumbo subrayó que el objetivo de este proceso es la construcción de una “nueva Colombia”. “Con este acto las FARC queremos decirles a nuestro país y al mundo que pasamos página”, afirmó.
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