El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó a una cita de ministros de Relaciones Exteriores para evaluar la situación en Venezuela. La respuesta de Caracas ha sido el anuncio de la canciller Delcy Rodríguez de la decisión del Gobierno de retirarse de ese foro.
Venezuela ha invocado el tema de la intromisión en sus asuntos internos para justificar su decisión y ha señalado a México como el ariete de un proceso que busca “tutelar” a su país. “Afortunadamente eso nunca ocurrirá, porque así está marcado en nuestra historia, nuestro presente y futuro”.
Diez países, incluyendo a Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua votaron en contra, cuatro se abstuvieron y otro, Granada, estuvo ausente.
Rodríguez compareció en Caracas escasos minutos después de que la OEA aprobara por votación la convocatoria de la reunión para tratar la crisis venezolana. Aunque todavía se desconoce el lugar y la fecha, la decisión supone una elevación del tono de la organización frente al país bolivariano.
Argentina, Barbados, Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Honduras, Guyana, Jamaica, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay votaron a favor.
Diez países, incluyendo a Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua votaron en contra, cuatro se abstuvieron y otro, Granada, estuvo ausente.
La canciller argentina, Susana Malcorra, resumió los argumentos a favor de la cita de cancilleres, señalando que es “nuestra responsabilidad colectiva de garantizar el funcionamiento de las instituciones. (…) Esto no es intromisión en los asuntos internos de Venezuela”.
Pero el viceministro venezolano, Samuel Moncada, denunció una sesión que “pasará a la historia como una de las más oscuras de esta organización”.
Si se mantiene esta decisión se convertiría en el primer país en la historia de la OEA en apartarse por voluntad propia del bloque regional.
El proceso de retirada comenzará el jueves, según diario El País, cuando Venezuela presente una carta de denuncia contra la OEA al secretario general, Luis Almagro, el principal enemigo de Maduro en las últimas semanas.
Como parte de su salida, el país sudamericano deberá pagar casi 9 millones de dólares correspondientes a la deuda contraída con la institución. Hasta vencidos los 24 meses, Venezuela sigue siendo miembro pleno con todos los derechos y deberes de cada país miembro. Si se mantiene esta decisión se convertiría en el primer país en la historia de la OEA en apartarse por voluntad propia del bloque regional.
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