Mientras cada vez hay más presión mundial para una tregua en Gaza, el Ejército y las autoridades israelíes insistieron hoy en que seguirán con su ofensiva sobre la Franja, donde toca «presionar más» ante indicios de que de Hamás «se desintegra».
«Estamos viendo a terroristas rendirse, esto es una señal de la desintegración del sistema y de que debemos presionar más», dijo hoy el jefe de Estado Mayor, Herzi Halevi, que aseguró que los logros del Ejército son cada vez mayores, mientras las fuerzas israelíes profundizan su ofensiva terrestre sobre el devastado enclave.
Sus declaraciones se produjeron en un momento en que se filtraron también imágenes de supuestos miembros de Hamás en Gaza tras haberse aparentemente rendido, semidesnudos y dejando sus armas ante ordenes de tropas israelíes en la Franja, mientras sigue habiendo combates cuerpo a cuerpo y fuertes bombardeos israelíes por toda la Franja.
A su vez, los militares muertos en enfrentamientos dentro de Gaza siguieron aumentando y el Ejército registró 97 soldados fallecidos desde el inicio de la ofensiva terrestre hace un mes y medio.
Asimismo, los ataques israelíes se saldaron con unos 210 muertos palestinos en el último día y unos 2.300 heridos, mientras el total de fallecidos desde el inicio de la guerra el 7 de octubre supera los 17.700 y roza los 49.000 heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, que dijo que Israel cometió «20 masacres», entre ellas en una escuela en el norte de Gaza con «decenas de muertos y heridos».
Mientras, vídeos difundidos por redes sociales mostraban el alcance de la destrucción por varios puntos de Gaza, en especial la ciudad de Gaza y el norte del enclave, zonas en las que las tropas israelíes irrumpieron hace semanas y donde siguen combatiendo. Lo hacen desde hace días en lugares que considera bastiones de Hamás, como el campo de refugiados de Yabalia o el barrio de Shijaiya.
A esto se suma el colapso total de los hospitales de Gaza ciudad y el norte, que «quedaron fuera de servicio por los asedios de las fuerzas de ocupación israelíes y los ataques en su entorno», dijo hoy a EFE una portavoz de los servicios de urgencia de la Media Luna Roja palestina, para la que en estas zonas no hay casi opción de atención sanitaria pese a la alta cifra de pacientes y heridos.
«Los francotiradores y las fuerzas israelíes simplemente están apuntando a cualquiera que intente moverse en esas áreas», afirmó. «Ni equipos de rescate ni ambulancias ni agencias humanitarias pueden hacer nada, porque no tenemos acceso seguro a estas áreas» pues ahora «es una zona militar», agregó la portavoz.
Según añadió, estos días la Media Luna Roja «está recibiendo decenas de llamadas desde zonas de Gaza ciudad y el norte de Gaza como Shijaiya, Yabalia o Beit Lahia». En estos lugares hay «personas atrapadas en sus casas sin comida ni agua», muchas «ancianas o enfermas que quieren irse, pero no se puede hacer nada».
Todo ello se produce mientras la Autoridad Nacional Palestina aseguró hoy que más del 25% de zonas urbanizadas de Gaza fueron «completamente borradas del mapa», en un escenario de destrucción que se va extendiendo a medida que Israel sigue su ofensiva, ya en el 64 día desde que inició la guerra el pasado 7 de octubre.
Ante todo, la presión internacional y en Naciones Unidas a Israel para que pare el conflicto fue aumentando los últimos días y el viernes Estados Unidos vetó una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego inmediato en Gaza.
Su veto ha sido condenado hoy por el presidente palestino, Mahmud Abás, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo elogió.
Netanyahu insistió en que Israel no parará la ofensiva hasta erradicar a Hamás de Gaza, mientras reitera su mensaje de que no tienen intención por ahora de reducir la intensidad de los ataques, que se concentran también en el área sur, en la urbe de Jan Yunis.
A su vez, el hecho de que EE.UU. parezca alinearse con la postura israelí parece dar más margen de actuación militar a Israel.
Estados Unidos «no ha fijado ningún plazo» para el fin de la ofensiva, aseguró hoy en una entrevista al Canal 12 de noticias israelí el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Halevi, que remarcó que no se puede marcar una fecha para el fin de la guerra.
Según advirtió, la operación probablemente no durará solo semanas, sino que incluso «se puede medir en meses».
Hanegbi detalló que estima que Israel mató hasta ahora a al menos 7.000 milicianos palestinos y dijo que entre los objetivos en juego sigue estando la liberación de los rehenes cautivos, pese a que las operaciones para su rescate son especialmente difíciles, «porque sus captores están esperando con el dedo en el gatillo».
Ante todo, remarcó que «la presión militar» ahora ejercida podría derivar quizás en otro cese temporal de los combates para que a cambio se suelte a cautivos, entre los cuales se estima que hay unos 137, entre estos una quincena confirmados muertos.
Asimismo, Hanegbi hizo hincapié en la meta del Ejército para matar al líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, que cree que podría ser un elemento importante para cambiar la dinámica de la guerra. EFE
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