La OTAN advirtió este miércoles de que Rusia está “hipotecando” su futuro y dependiendo cada vez más de China a causa del “error de cálculo” cometido con la invasión de Ucrania, país al que asegura que seguirá apoyando incansablemente pese a haber perdido interés mediático por la irrupción de la guerra en la Franja de Gaza.
“Año tras año, Moscú hipoteca su futuro a Pekín. Militarmente, Rusia ha perdido una parte sustancial de sus fuerzas convencionales. Cientos de aviones. Miles de tanques. Y ha tenido más de 300.000 bajas” en Ucrania, subrayó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de una reunión de dos días de los ministros aliados de Exteriores.
Stoltenberg aseguró que, mientras que Ucrania ha “avanzado”, Rusia “ha retrocedido” y ahora es “más débil política, militar y económicamente”.
Desde el punto de vista político, el secretario general aliado aseguró que Rusia “está perdiendo influencia en el extranjero”, especialmente en el Cáucaso y en Asia Central, mientras que “cada vez depende más de China” para financiarse y acceder a materias primas y elementos de la industria de la defensa.
“Todo esto subraya el error estratégico de (el presidente ruso, Vladímir) Putin al invadir Ucrania”, aseveró.
En cualquier caso, Stoltenberg instó a “no subestimar” a Rusia porque sus objetivos en Ucrania «no han cambiado» y ha acumulado «un gran arsenal de misiles de cara al invierno» para proseguir con los ataques a la infraestructura energética ucraniana.
En estas circunstancias, los aliados volvieron a confirmar su apoyo duradero a Ucrania en una declaración al término del primer Consejo OTAN-Ucrania a nivel de ministros de Exteriores con el que cerraron su encuentro, en el que participó su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba.
Kuleba aseguró que no hay “estancamiento” en la contraofensiva ucraniana pese a las dificultades para que se mueva la línea del frente.
Stoltenberg afirmó que el año pasado se vio que los ucranianos fueron capaces de liberar «enormes o grandes, significativas partes de su territorio, haciendo retroceder a los rusos de aproximadamente el 50 %» del territorio ucraniano que ocuparon al comienzo de la invasión en febrero de 2022.
«Esa fue una gran ganancia, medida en kilómetros cuadrados o metros cuadrados, pero hay otros modos también de medir los logros militares de los ucranianos. El hecho de que hayan sido capaces de realizar ataques en profundidad, destruyendo capacidades rusas claves, incluidos aviones de combate, bombarderos pesados, helicópteros», comentó.
También mencionó que Kiev ha sido capaz, «sin una verdadera armada, de hacer retroceder a la flota rusa del mar Negro».
De hecho, Stoltenberg indicó que Ucrania ya ha anotado una «gran victoria» que es prevalecer como nación, pero afirmó que habrá que continuar la ayuda.
Consideró que los cazas F-16, que una coalición de aliados entregará a Ucrania, «reforzarán su capacidad para infligir pérdidas a las fuerzas invasoras rusas”, pero pidió tener claro que “no existe una solución milagrosa ni un único sistema que por sí solo vaya a cambiar fundamentalmente la situación en el campo de batalla”, e instó a estar «preparados para una lucha larga y dura”.
En ese contexto y por la irrupción de la guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás en Gaza, el conflicto ucraniano está perdiendo atención mediática.
“Estamos viendo que la visión de Ucrania está desapareciendo del ojo público, y eso es fatal”, reconoció hoy la ministra alemana, Annalena Baerbock.
En todo caso, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que no ha detectado ninguna “fatiga” entre los aliados sobre el apoyo a Ucrania, y aseguró que espera que el Congreso de EE. UU. apruebe “en las próximas semanas” el nuevo paquete presupuestario para Kiev propuesto por el presidente, Joe Biden.
Con la mirada puesta en el futuro de Ucrania en la Alianza, objetivo que no sucederá mientras el país siga en guerra, según recordó el martes la ministra búlgara, Mariya Gabriel, los aliados aprobaron hoy un “ambicioso” programa de trabajo con Kiev para el próximo año, centrado en áreas como la seguridad energética, la innovación y la interoperabilidad de los equipos militares ucranianos con los de la OTAN.
Ucrania “está más cerca de la OTAN que nunca”, aseguró Stoltenberg, quien agregó que los aliados han presentado recomendaciones sobre las reformas prioritarias que debe realizar Kiev, incluida la lucha contra la corrupción, el fortalecimiento del Estado de derecho y el apoyo a los derechos humanos y de las minorías. EFE
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