Aunque el ataque bélico de Rusia a Ucrania pareciera una guerra de dos bandos o una lucha de David contra Goliat donde el resto de países son simples espectadores es importante comprender que existe una afectación para Ecuador (pese a estar ubicados a más de 11.000 km de la zona de conflicto), América Latina y el comercio mundial.
En primera instancia y tomando en cuenta qué país recibe el petróleo y hacia dónde se destinan sus exportaciones, la primera afectación se produce por los efectos directos o indirectos de su precio. Los efectos directos se relacionan con el ingreso que aportan al estado ecuatoriano, el petróleo constituye el principal producto que exporta el país y en 2021 representó el 32% de las exportaciones totales, es decir, que son ingresos considerables.
El barril de petróleo que está al alza resultará algo beneficioso en inicio, porque es nuestro sostén económico, el commodity estrella del cual dependemos enormemente. Sin embargo, esto tiene efectos positivos y negativos, porque Ecuador está sujeto a cambios y no tiene control del precio.
Por ejemplo el barril de petróleo WTI, de referencia para Ecuador, en abril de 2018 alcanzó un valor de $140, algo no visto anteriormente. Pero durante la pandemia en abril de 2020 se situó en $18.84, un precio bajísimo. Hasta el 8 de marzo su valor alcanzó los $120, lo que hace que el Estado tenga más ingresos, pero también gaste más, porque no se ha logrado una independencia petrolera, por el tema de la red de refinerías fallidas, y se deben importar derivados de petróleo como la nafta, que será adquirida a los mismos precios altos del petróleo actual.
Los combustibles en su mayoría son subsidiados por el Estado, a excepción de la gasolina súper y el recargo en el precio corre por cuenta del consumidor. Ante el bajón económico hay dos opciones: asumir el nuevo costo o migrar a un combustible de pésima calidad y más contaminante, lo que, definitivamente, genera externalidades negativas, los efectos se mantendrán mientras dure la guerra.
El efecto indirecto a nivel internacional viene dado porque el incremento del precio de los combustibles genera una mayor inflación en los países, sobre todo en los occidentales que ya sufrieron incrementos en el costo de la energía y atravesaron un fuerte proceso inflacionario en 2021. En este último caso, sus repercusiones con Ecuador también están ligadas con la inflación y los precios de los productos que el Ecuador importa, que no son pocos.
También hay que analizar el costo del transporte nacional, regional e internacional.
Es muy probable que los precios de los fletes internacionales continúen al alza tal como ocurrió en 2021 y principios del 2022.
En cuanto a los posibles efectos en exportaciones e importaciones entre Ecuador y los países directos del conflicto, se evidencia que la relación comercial Ecuador Ucrania es mínima. Según los datos del Servicio Estatal de Estadísticas de Ucrania, a 2019, uno de los últimos años más normales, las exportaciones de Ecuador constituyeron un 0.008% de sus totales de exportación, una cifra muy baja, mientras que sus importaciones fueron menores a un 0.002%. Desde ese punto de vista, la afectación es mínima. El principal producto que Ecuador importa de Ucrania son los cereales y exporta plátano y flores, pero en una proporción muy pequeña.
Siguiendo las teorías del comercio internacional, los principales países con los que Ucrania tiene relación son en su mayoría sus vecinos; las exportaciones ucranianas en el 2019 fueron principalmente con Rusia, con cerca del 40%, mientras que con Estados Unidos, un 8%, una notable diferencia entre ambos. Otros países a los que exportan son Suiza, Alemania, Reino Unido, Polonia, Chipre Emiratos Árabes y más.
Respecto a las importaciones, las principales vienen desde Reino Unido, Turquía, Estados Unidos, Alemania, Chipre, Irlanda, Rusia, Suiza, China, entre otros, con quienes habrá cambios importantes.
Hay que tener en cuenta que en una situación de guerra, donde se vive el conflicto de forma directa, priman otros intereses y las importaciones se encaminarán hacia el lado de alimentos y armamento. Las exportaciones de estos países a Ucrania se recolocarán en el mercado mundial.
Enfocándose en los productos que exporta Ucrania al mundo, el primer lugar lo ocupan los cereales (maíz y trigo), en segundo lugar, el aceite de girasol y en tercero, el hierro, acero y sus derivados. Por las circunstancias que atraviesa Ucrania no podrá cumplir con la planificación de sus ventas al exterior, lo cual sería una oportunidad para el resto de países que cuentan con esos productos. Sin embargo, hay una alta demanda de productos a nivel mundial y en lugar de una oportunidad es probable que se produzca un desabastecimiento, tanto de esos productos como de los bienes que los contengan. Se percibe una posible contracción en los sectores alimenticios y de la construcción con una consecuencia directa: un incremento de los precios de los bienes y servicios.
El maíz, el trigo y el aceite si bien es vendido principalmente a los países europeos, el Ecuador compra a esas naciones y a Estados Unidos. El principal producto que importa Ucrania es el petróleo y lo hace a Rusia, por lo que su situación se complica aún más.
En cuanto a la relación comercial Ecuador-Rusia, las exportaciones totales bordean los $880 millones y las importaciones $300 millones; es decir, Ecuador tiene una balanza comercial positiva con Rusia. Desde el país se exporta a Rusia plátanos, flores y camarón, estos tres productos constituyen el 95% de las exportaciones hacia esa nación. Mientras que Ecuador importa de Rusia abonos, fertilizantes nitrogenados y aceite de petróleo. Los fertilizantes ya han subido de precio y no se descarta un desabastecimiento.
En 2019, Rusia para Ecuador se constituyó en el primer exportador de plátano seguido de Estados Unidos con una relación de 5 (Rusia) a 1 (EEUU). Rusia es el segundo exportador de flores y Estados Unidos, el primero, con una relación de dos a uno; además, es el octavo país al que se exporta camarón, el primero de la lista es China, seguido por Estados Unidos.
Ecuador tiene una situación complicada, el presidente Guillermo Lasso ha sido muy prudente con sus declaraciones respecto al conflicto, señalando que Ecuador tiene una diplomacia de la prosperidad tomando lo que conviene de cada país.
Si existen sanciones comerciales a Rusia es muy probable que pretenda condenar a los países que no sean aliados. El 5 de marzo pasado se emitió un decreto con una lista de naciones que han llevado a cabo acciones hostiles en su contra, entre ellos están toda la Unión Europea, Ucrania, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Australia, Reino Unido, Noruega, Nueva Zelanda, Canadá entre otros.
Con la consecución de que las deudas de los empresarios rusos en estos países (si son superiores a 60.000 €) podrían ser pagadas en rublos, lo cual coloca en una situación crítica a las empresas y las personas que se dedican al comercio.
Habrá que esperar qué otras acciones toma el presidente Vladimir Putin contra los países que considera hostiles o que tomen bandos antagónicos. Si ese fuera el caso de Ecuador, el resultado puede venir por vetar las importaciones, esto conllevaría a que el exportador ecuatoriano busque otros mercados, con el tiempo que ello implica hasta analizar cada uno.
Atendiendo a las cifras, si el veto viene de Rusia son $880 millones menos de exportaciones ecuatorianas que se restaría en el PIB nacional, con la correspondiente repercusión de desempleo en los sectores florícola, agrícola y camaronero.
A ello se suman los efectos económicos y sociales como desempleo, delincuencia, pobreza, desigualdad, etc. Y la situación podría empeorar más, si todos los aliados vetaran el comercio de Ecuador. En ese caso, el mayor efecto vendría de las exportaciones e importaciones chinas, según los datos de 2019 serían $3000 millones menos para el PIB ecuatoriano.
Ante eso, el sector productivo debería prevenir una posible afectación, actuar rápido y buscar otros mercados. El comercio internacional es un juego de ajedrez, las fichas cambian constantemente en función de quién juega y la respuesta del jugador. Se requiere una investigación de mercado constante para tomar acciones rápidas y ver hacia dónde ir. A mediano plazo, las afectaciones podrían ser grandes en especial si Ecuador toma una posición radical y definitiva hacia una de las dos posturas.
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