“El día de hoy desactivaron miles de cuentas de gente, de jóvenes, trabajadores y profesionales por el único motivo de ser chavistas. Les cancelaron la cuenta a miles. El colmo que le canceló la cuenta de Twitter a Radio Miraflores. ¿Y tú sabes por qué lo hace la empresa? Lo hace porque somos la expresión de la verdad. Nos tienen miedo Twitter de Venezuela”, dijo Nicolás Maduro en un acto sobre la Constituyente en Caracas.
Maduro dijo que es necesario develar la identidad y las fotografías de los representantes de la red social. Déjà vu. “Vamos a desenmascarar a Twitter de Venezuela, vamos a publicar la foto de quienes dirigen Twitter de Venezuela. Que el pueblo sepa quienes son los responsables de la manipulación”, dijo.
“Llegaron al colmo de cancelar la cuenta de Twitter a Radio Miraflores, la voz de la verdad”, dijo Maduro. La emisora se había instalado en la casa de ese Gobierno para transmitir un programa de salsa, el género musical favorito del ahora presidente de Venezuela.
El ministro de Información venezolano, Ernesto Villegas, ha vinculado la suspensión de cuentas de entes públicos y militantes del partido de Gobierno con las críticas que desde Caracas formularon en las últimas horas contra la nueva política de Estados Unidos hacia el Gobierno de Cuba. Y Maduro, que ha llamado a aumentar los mensajes políticos en diferentes redes sociales por considerar que están dominadas por la oposición, dijo que responderá al bloqueo promoviendo entre la juventud de su partido la apertura de miles de cuentas nuevas en Twitter.
Los líderes políticos de la región, sobre todo esos que se creen indispensables porque creen que han cambiado el curso de la historia del mundo, no solo de su país, se parecen mucho a esos personajes que envuelven a la novela de Evelyn Waugh: Merienda de negros. La farsa colonial del dictador en una comedia macabra.
Esos dictadores necesitan legitimidad en tiempos digitales, una que supuestamente les da el número de gente que vive en sus fantasías en una determinada plataforma. Son anti-imperialistas, con el sueño de ser una multinacional o pequeños Césares. Y eso es lo que ha sacudido el chavismo en estos días, porque Twitter, al suspender cuentas de miles de chavistas, solo le ha dicho a Maduro: dejen de crear robots, muestren a sus seguidores.
El chavismo se ha vuelto una farsa y su legitimidad se ha anclado en otra farsa. En estos tiempos es necesario denunciar esas farsas para que atentados como los de Bogotá en un centro comercial, con el saldo de tres muertos, no se vuelvan a repetir. Cuando alguien quiere imponer algo por la fuerza se hace necesario pararse al frente y resistir.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
La IA marca una nueva era en los procesos editoriales
Unos suben en ascensor panorámico veloz y otros en escaleras espinosas lentas
Mente positiva
ENTREVISTA: Energía sostenible: el futuro empieza en casa
UTPL impulsa energía limpia para reducir consumo y contribuir al ambiente