¿Qué es lo que desea cada persona? Vivir (solo o acompañado) y no solo existir; tener salud; ser honrado, libre y respetado; contar con una familia unida y un grupo selecto de amigos, trabajar, ganar el dinero suficiente para las necesidades y progresar, tener vivienda propia; gozar de los triunfos de los hijos, nietos y bisnietos; tributar racionalmente en función social, viajar, saber que el Estado cumple sus obligaciones satisfaciendo las necesidades de las mayorías y honradamente; estar seguro de que el Mundo no se acabará.
¿Qué ha pasado con el Estado en el periodo 2007 – 2016? Ha contribuido para que esos deseos se hagan realidad o solo ha beneficiado a unos pocos, antes desconocidos y pobres de solemnidad; ahora famosos, ricos, viajados y según ellos: “autores de lo que nunca antes se había hecho en el Ecuador.”
¿Hubo el cambio de época ofrecido? No lo hubo en los términos positivos requeridos por el pueblo; y, para certificarlo, pruebas al canto:
¿Se transmite al pueblo el respeto a la Ley? No se lo ha hecho. La Constitución aprobada por AP (Alianza País) para 300 años ha sido ignorada o desconocida en muchas ocasiones por sus mismos autores. El Ejecutivo se ha transformado en el único legislador nacional. Funcionarios “todo terreno”, bachilleres al apuro, poetas contrarios a la guerra y notables poetisas, arquitectos, jóvenes economistas teóricos, “desconocidos” conocidos, por orden superior, han ejercido diversas funciones para no enojar al jefe, con incapacidad manifiesta; o, peor todavía, en algunos casos, con ansias de dinero, que los han llevado a corromperse.
Incluso, se ha permitido, por parentesco, que personas que debían responder ante la justicia, salgan del país bajo la oferta de que “volverán después de una ceremonia familiar”, mostrando que las leyes son para los de abajo y sentando pésimo precedente. Algunos jefes socialistas se han vuelto “socios listos”.
¿Creció la economía a mayor velocidad que en los años anteriores al 2007? No lo hizo, pese a que durante estos 10 años el gobierno actual recibió una enorme cantidad de ingresos, que ningún gobierno tuvo en la historia nacional. Las cifras del Banco Central muestran que la tendencia a la baja del crecimiento económico empezó en el año 2011, no después de la caída del precio del petróleo, ni después del terremoto en Manabí; los cálculos del FMI y el Banco Mundial dicen que habrá decrecimiento del 2% en este año y cifra parecida el 2018 y que no habrá crecimiento hasta el 2020. Además, el país pasará otra década perdida, si no hay un líder y un gobierno con visión y gran capacidad de ejecución desde el 2017; y, sobre todo, un cambio de 180 grados en la equivocada política económica estatista y dispendiosa.
¿Hay seguridad jurídica? No la hay y menos para los negocios internacionales. El Presidente de la República se ha considerado Jefe de Estado, no solo para representar al país frente a otros países, sino hacia el interior; con lo cual, las cinco funciones constitucionales han sido sometidas a su decisión.
Se han desconocido contratos libre y legalmente firmados por el Ecuador y se han esgrimido argumentos peregrinos, para supuestamente demostrar que ahora sí hay quien se hace respetar y no los ingenuos o absurdamente dependientes gobiernos de la larga noche neoliberal.
Junto con ello, se ha querido que los conflictos entre las empresas extranjeras y el gobierno sean resueltos por la función judicial del Ecuador y se ha esgrimido una “soberanía” que ya no existe en el mundo ni siquiera para los países desarrollados. La respuesta obvia de algunas empresas que operaban en el país fue irse y la de otras empresas, interesadas en proyectos nacionales, fue quedarse en sus países o reorientar sus inversiones hacia otras naciones, incluso las vecinas, que les garantizan seguridad jurídica y mercados estables.
Allí las razones por las cuales las demandas en cortes internacionales de justicia, de muchas empresas al Ecuador, han terminado en sentencias que nos obligan a todos los ecuatorianos a pagar, con millones de dólares, los errores de los “soberanos” altos funcionarios del gobierno.
¿Se generó empleo productivo para toda la población en capacidad de laborar o para la mayor parte de ella? No se lo ha hecho. En septiembre de 2007, el desempleo era del 6,1% de la Población Económicamente Activa (PEA) y en septiembre de 2016 era de 6,68%. En 2007, el llamado empleo inadecuado era del 40%; en septiembre de 2016 era de 45,84%. Los discursos no llegaron a la práctica. El 52,52% de la población no tiene trabajo adecuado. Un alto porcentaje de lo que resta vive de miles de cargos públicos creados para aumentar los partidarios de AP y entorpecer las actividades privadas.
¿Ha cambiado la matriz productiva, para dejar de depender del petróleo como motor de la economía? No lo ha hecho y no están sentadas las bases para que eso suceda. ¿Dónde están los grandes proyectos estatales anunciados, de petroquímica, siderúrgica, farmoquímica, astilleros y otros?
No se ha planificado correctamente proyectos de enorme magnitud y costo, como la Refinería del Pacífico, la planta de gas, dos aeropuertos. En la refinería, proyecto inconveniente, se han utilizado inicialmente USD 1.200 millones, que a la fecha suman mucho más. La planta de gas, aparte de los problemas técnicos que ha tenido en su ejecución, se construyó paralelamente al desarrollo de las centrales hidroeléctricas, que supuestamente volverán más barata la electricidad y ya no harán necesario el consumo de gas. Los aeropuertos reciben pocos vuelos semanales y no se justifican, por su cercanía a otros similares.
¿La empresa privada ha emprendido en grandes proyectos de cambio de la matriz productiva? Salvo unas pocas empresas movidas por el mejoramiento del consumo, que han ampliado sus instalaciones, no hay importantes resultados del Código de la Producción y sus reformas. El PIB de la manufactura (excepto refinación de petróleo) creció al 4,6% anual promedio entre 2010 y 2014, su tasa de incremento bajó desde el 2013, fue negativa en el 2015 y lo será seguramente en este año, lo que no permitirá conseguir el despegue industrial hacia el desarrollo. Además, el país sigue dedicado a industrias tradicionales y algunas de ensamble y no a los cambios de producción y tecnológicos necesarios.
¿Se han realizado grandes esfuerzos por construir hidroeléctricas? Sí, pero quizás en demasía y con grave afectación a la “pacha mama”, que se decía iba a ser respetada. La economía del país, en caída libre, no demandará tanta energía como la que se espera generar y los posibles clientes externos de la energía excedentaria, los vecinos, están desarrollando sus propios proyectos de autosuficiencia, como muestro a continuación:
En abril 6 de 2015, el diario colombiano La República indicaba que hay nueve proyectos que generarán 1.878 MW de energía en tres años. En noviembre 2015 inició actividades el proyecto Carlos Lleras Restrepo, con capacidad de 85 megavatios; en enero de 2016 empezó el Quimbo (396 megavatios). Con ello, decía la UPME, el país no volverá a caer en crisis de racionamiento como ocurrió en los años 90, y tendrá un exceso de oferta suficiente. Además, estimaba un crecimiento de la oferta para lo restante de la década de 3,1%, dentro del cual los mayores aportes llegarían del Quimbo, Porvenir e Ituango, siendo éste el proyecto más importante de energía de Colombia, que entraría en funcionamiento para 2018-19 y en capacidad completa en 2022.
El 4 de mayo de 2016, se decía en el Perú: Hoy se discuten en la Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República dos importantes proyectos de ley relacionados con el sector energético. El primero busca homogeneizar las tarifas eléctricas del país, mientras que el segundo permitirá la exportación de los excedentes de energía eléctrica.
¿Se ha incrementado la producción petrolera? En el año 2007 se produjeron 186,5 millones de barriles de crudo; en el año 2010 la producción bajó a 177,4 millones y hasta el año 2012 fue menor que la del 2007. En el 2015 sumó 198 millones de barriles, con lo cual, el promedio para los años 2008 – 2015 es de 187,5 millones, cifra con aumento poco importante respecto al 2007, si se tiene en cuenta que, justo en los años de precios elevados, en vez de aumentar la producción a ritmo acelerado, esta bajó sensiblemente, especialmente por los problemas con las petroleras privadas, derivados de las rupturas o renegociaciones de contratos.
¿Se pagó la deuda pública? No se lo ha hecho y al contrario, se ha acrecentado. Este gobierno, sin necesidad si hubiera manejado bien las finanzas públicas, ha llevado la deuda pública reconocida y registrada por el Banco Central, a más de USD 37.000 millones en octubre de 2016, a partir de USD 13.873 millones en el año 2007 y como afirman varios expertos, sumando otros rubros, la deuda pública real supera los USD 45.000 millones. Es más, un porcentaje importante de los créditos se ha conseguido en condiciones inconvenientes para el país, en sus elevadas tasas, que han llegado al 10,5%; plazos muy cortos y otros aspectos, como la obligatoriedad de utilizar parte de los recursos en obras a construir las empresas del financista, en términos “llave en mano” que aumentan el costo del crédito y abren interrogantes sobre la calidad de la obra y su verdadero precio.
¿Exportamos algunos productos nuevos, que signifiquen un verdadero cambio en la matriz de la exportación nacional? De ninguna manera. Seguimos con los mismos de hace más de 20 años. En la exportación total 2015, los productos primarios significan el 79% y los industrializados el 21%. Petróleo, banano, camarón, flores, cacao y productos de la pesca suman el 76 %.
¿Tenemos nuevos mercados importantes? Como antes de 2007, siguen siendo fundamentales en el 2015 los Estados Unidos (39%), la Unión Europea (15%) y la Comunidad Andina (9,6%), léase Colombia (4,3%) y el Perú (5,1%).
¿Ha hecho algo el gobierno para cambiar la situación? Sí. Ahora hay 30 oficinas de promoción comercial y de inversiones en muchos países, casi todas bien ubicadas; pero, qué hace el vendedor si no hay qué vender y cómo convence a alguien de que venga a invertir, si no hay garantías para su dinero? Lo que se requiere es incrementar la oferta exportable y diversificarla; mantener a los clientes antiguos sobre la base de buen trato y conseguir otros nuevos. Lo que ha hecho el gobierno es cerrar los ojos a la realidad, maltratar a los mejores clientes y preferir a sus amigos del ALBA, tratando de formar el Banco del Sur y de imponer el S.U.C.R.E, que resultó pésimo negocio.
¿El Acuerdo con la Unión Europea, uno de los pocos aciertos de este gobierno, dará buenos resultados? Sí, pero depende de lo que haga el gobierno actual hasta mayo próximo y sobre todo de lo que haga el nuevo gobierno. Ojalá el Ministro Cassinelli mantenga el acelerador a fondo, para ajustar el aparato estatal en general a lo que se necesita para aprovechar el mercado europeo desde el inicio, de manera que los exportadores consoliden mayores ventas desde enero 2017; al nuevo gobierno le tocará cambiar la hoja de ruta y hacer que el Ecuador se vuelva competitivo en el comercio y atractivo para la inversión extranjera en grandes proyectos no petroleros.
He propuesto varias veces e insisto en que falta en este país un centro de especialización superior en negocios económicos internacionales, tanto públicos como privados, y esa debería ser una acción obligada del ministro de comercio que empiece en mayo, con el apoyo de una prestigiosa universidad en la formación y la empresa privada, su mayor beneficiaria, en la capacitación.
¿El país está mejor comunicado con el exterior? No se han construido dos obras esenciales para la unión nacional y para el desarrollo del comercio exterior del país: la autopista Guayaquil – Quito y un puerto para los buques pos-Panamá. Con lo primero, el país entero hubiese mejorado su sistema de comunicación y vertebración, con miras a que toda la economía fluya y mejore, para facilitar el famoso “cambio de la matriz productiva”, gracias a un incremento sustancial de la capacidad y calidad del transporte por carretera; lo segundo, hubiese permitido que el país alcance productividad nacional, por medio de la efectividad estatal (eficiencia más eficacia), y el incremento de la competitividad de las empresas, para que aumenten y diversifiquen sus exportaciones.
¿Han habido manos limpias en las obras y los negocios del Estado? Aunque se diga que son pocos los casos de corrupción, la verdad es que el clima legal creado por los decretos de emergencia, la incapacidad de los órganos de control para observar los contratos antes de su firma y la captación de todos los poderes del Estado por una sola persona, han facilitado las fechorías de ciertos malos funcionarios, dos o tres presos, otros fugados, algunos ya conocidos fuera del país y otros que posiblemente estarán rogando a Don Sata que no los descubran. Estuvo en manos del Estado la mayor cantidad de dinero jamás reunida en un solo gobierno y no solo que una parte se han robado individualmente o en pareja, sino que mucho dinero se ha malgastado y esa es también responsabilidad de los actuales gobernantes.
Más notas del autor las puede encontrar en su blog Solo C que Nada C y en este portal.
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