El próximo presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, encargó este sábado a dos amigos y destacados donantes de su campaña, Steve Witkoff y Kelly Loeffler, liderar el Comité Inaugural para organizar su ceremonia de investidura que se llevará a cabo el 20 de enero.
Trump, que ya gobernó el país entre 2017 y 2021, dijo en un comunicado que el Comité Inaugural honrará la “magnífica victoria” del pasado martes sobre la candidata demócrata, Kamala Harris, y convertirá la investidura en “una celebración del pueblo estadounidense”.
“Será el pistoletazo de salida de mi Administración, que cumplirá las audaces promesas de hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande. Juntos, celebraremos este momento, impregnado de historia y tradición, y luego nos pondremos a trabajar para lograr un futuro increíble para nuestro pueblo”, declaró.
Steve Witkoff es un inversor estadounidense y uno de los amigos más cercanos de Trump, mientras Loeffler es empresaria y ex senadora de Georgia. Ambos ayudaron a organizar numerosos eventos de recaudación de fondos para la campaña del magnate.
Es el segundo anuncio que hace Trump desde que ganó las elecciones, después de haber nombrado a su asesora Susie Wiles como próxima jefa de gabinete de la Casa Blanca.
El presidente electo permanece en su residencia en Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida), alejado del foco público para atender llamadas mientras prepara la transición de poderes y diseña el gabinete que lo acompañará cuando asuma el poder. El magnate neoyorquino no comparece desde su discurso de victoria el miércoles de madrugada y también ha bajado el ritmo a su frenética actividad en redes sociales.
Este sábado, la Casa Blanca anunció que el mandatario demócrata Joe Biden recibirá a Trump el miércoles en el Despacho Oval para iniciar las conversaciones para la transición. Este tradicional encuentro entre el presidente electo y el saliente no se produjo hace cuatro años porque entonces Trump se negó a aceptar la derrota electoral frente a Biden. Trump se convirtió además en el primer presidente en 150 años en no asistir a la toma de posesión de su sucesor.
En un discurso a la nación el jueves, Biden prometió que habrá una “transición pacífica de poderes” en Estados Unidos.
Se busca fiscal general
Por otra parte, Trump está especialmente centrado en la elección del próximo fiscal general ya que, como dijo durante la campaña, cree que el presidente debe poder interferir en las decisiones del Departamento de Justicia y buscar represalias contra sus rivales políticos.
El republicano tuvo una tensa relación con los fiscales generales de su primer mandato, Jeff Sessions y William Barr, y dijo que pretende despedir en su primer día al fiscal especial Jack Smith que lo investiga por el asalto al Capitolio de 2021.
La cadena CNN informó este sábado que uno de los que encabezan la lista es el senador de Misuri Eric Schmitt, un cercano aliado de Trump que lo ayudó a prepararse para los debates electorales de esta campaña.
Para secretario de Estado suena el senador de Florida Marco Rubio, quien estuvo en la lista de posibles vicepresidentes, y para Defensa el ex secretario de Estado Mike Pompeo, entre otros.
En su mansión en Florida, Trump ha recibido llamadas de felicitación de unos 70 líderes mundiales, como el presidente chino, Xi Jinping; la mexicana, Claudia Sheinbaum; el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; o el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.
Esta atención demuestra que el peso geopolítico en Estados Unidos está pasando progresivamente de la Casa Blanca, en Washington, a Mar-a-Lago, donde Trump celebra y planifica su nuevo mandato.
A Mar-a-Lago también comenzarán a desplazarse en los próximos días líderes extranjeros en busca de una reunión con él. Uno de los primeros en anunciar su viaje ha sido el presidente argentino Javier Milei, quien espera encontrarse con Trump la semana entrante. (EFE)
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