Jerusalén (EFE).- El grupo terrorista Yihad Islámica lanzó este lunes 20 proyectiles desde Gaza contra varias comunidades del sur de Israel, de los cuales la mayoría fueron interceptados y otros cayeron sobre el terreno sin provocar víctimas, según anunció el Ejército israelí en un comunicado.
El ataque, que los islamistas llevaron a cabo desde la ciudad sureña de Jan Yunis, es el más numeroso lanzado desde la Franja en los últimos meses, en los que los misiles que cruzaron la frontera hacia territorio israelí raramente llegaron a la decena.
“Hemos bombardeado Kissufim, Ein Hashlosha, Nirim, Sofa, Holit y los asentamientos de la zona de Gaza con lanzamientos de cohetes en respuesta a los crímenes del enemigo sionista contra nuestro pueblo palestino”, escribió Yihad Islámica en un comunicado con el que reivindicó el ataque.
El Ejército israelí, por su parte, dijo “estar atacando” el punto de origen del lanzamiento de los cohetes en el comunicado al respecto.
Paralelamente, la agencia palestina de noticias Wafa informó de un bombardeo israelí en la localidad de Khuza’a, al este de Jan Yunis, en el que murió un palestino y un número indeterminado resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital Europeo de Gaza.
Israel informó además de que ha eliminado a una veintena de supuestos milicianos palestinos en sus “incursiones selectivas” en Shujaiya, barrio del sureste de ciudad de Gaza donde las tropas hebreas retomaron su ofensiva militar el pasado jueves ante el retorno de Hamás al área.
Desde que comenzó la guerra, cerca de 37.900 personas han muerto en Gaza (la mayoría mujeres y niños) y casi 87.000 resultaron heridas, según los datos recogidos por el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.
A estos se suman los más de 10.000 cuerpos que continúan bajo los escombros sin que las ambulancias o los equipos de rescate tengan acceso a ellos.
Por otra parte, el Ejército israelí liberó a Mohamed Abu Salmeya, director del hospital Al Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, tras pasar siete meses detenido, según informaron a EFE fuentes palestinas.
Abu Salmeya volvió a Gaza junto a al menos otros 50 detenidos palestinos, cuya liberación se debe a que “las prisiones están llenas”, según difundió la radio pública israelí Kan, si bien no se conoce la cifra exacta de detenidos gazatíes en las cárceles de Israel.
En declaraciones a la cadena catarí Al Jazeera tras su liberación, Abu Salmeya denunció que los presos están en “condiciones trágicas”, definidas por la falta de comida, de medicamentos, y las torturas llevadas a cabo contra ellos.
“Nos han sometido a torturas severas y la ocupación (israelí) asalta las celdas de los prisioneros y los agrede casi a diario”, explicó.
El que fuera director del mayor hospital de Gaza fue detenido el pasado 23 de noviembre para ser interrogado por las “actividades terroristas” de la organización islamista Hamás en la clínica, tras el hallazgo de uno de sus túneles bajo el centro.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó una investigación “inmediata” tras la liberación de Abu Salmeya, siete meses detenido por Israel supuestamente en un centro de detención en el Néguev.
El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, denunció en la red social X la liberación de Salmeya y el resto de presos como una “negligencia de seguridad”.
Ben Gvir busca un endurecimiento del trato contra los presos, y en 2023 ya propuso una ley de pena de muerte solo para palestinos que fue aprobada en primera lectura dos meses después, si bien aún tiene que recibir luz verde de la Knéset (Parlamento).
Según el abogado Khaled Mahajneh, que visitó a un detenido en la prisión de Sde Teman, en el Néguez (en el sur de Israel), conocida por el duro trato al que son sometidos los prisioneros, los palestinos llegan a permanecer encadenados y con los ojos vendados hasta 24 horas.
Por otro lado, un niño y una mujer palestinos murieron y otras cuatro personas resultaron heridas durante una incursión militar del Ejército israelí en el campo de refugiados de Nur Shams, a las afueras de Tulkarem, en el territorio ocupado de Cisjordania, anunció el Ministerio de Sanidad palestino.
Tulkarem es uno de los puntos más calientes en Cisjordania y, en lo que va de 2024, Israel ya ha matado aquí a unos 57 palestinos, según un recuento de EFE, a veces en redadas de varios días con gran destrucción de viviendas y carreteras.
El campamento de refugiados, cuna de la Brigada de Tulkarem que aúna a diferentes facciones armadas tanto de Fatah como de la Yihad Islámica Palestina, se convirtió esta madrugada en el escenario de combates armados entre los milicianos y soldados en vehículos militares y dos excavadoras. EFE
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