La dictadura de Venezuela impidió este viernes el ingreso al país a los senadores chilenos Felipe Kast y José Manuel Rojo Edwards que habían acudido como observadores de las elecciones del domingo invitados por la oposición.
“Nos acaban de informar que nos están deportando porque nos dicen que no cumplimos con el perfil ni las condiciones de ingresar al país. Es completamente arbitrario. Esto demuestra que todas las palabras de algunos que dicen que es una democracia es simplemente una gran mentira”, denunció Kast en un video publicado en la red social X.
La Presidencia del Senado chileno aseguró que los hechos son “antidemocráticos” y “denotan la mayor gravedad” porque “los senadores chilenos cuentan con todas las condiciones exigidas usualmente por la República Bolivariana de Venezuela para hacer ingreso a su territorio”.
Edwards, del ultraderchista Partido Social Cristiano, indicó por su parte que “Maduro ha traído miseria y hambre” y “debe saber que Latinoamérica entera va a defender la democracia del pueblo bravo de Venezuela”.
Maduro, en el poder desde 2013, se enfrentará el domingo a Edmundo González Urrutia, un ex diplomático de 74 años que se convirtió en el candidato de la oposición luego de que la líder venezolana María Corina Machado fuera inhabilitada y que lidera la intención de voto, según las encuestadoras tradicionales del país suramericano.
El chavismo, sin embargo, asegura que Maduro ganará, pese a que los sondeos independientes reflejan el hastío de gran parte de la población en medio de una feroz crisis económica que devastó al país en la última década.
La deportación de los senadores chilenos tiene lugar horas después de que la dictadura chavista impidió la entrada de una delegación de parlamentarios del Partido Popular (PP) de España y de un grupo de ex presidentes latinoamericanos.
Entretanto, la ex presidenta chilena Michelle Bachelet dijo este viernes que “el mundo espera que las autoridades venezolanas acepten los resultados de manera pacífica” e hizo un llamado a evitar “cualquier acto de violencia o represión” en los comicios del domingo.
Bachelet, que fue alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas entre 2018 y 2022, señaló que “la voluntad del pueblo es la esencia misma de la democracia” e indicó que “es fundamental que todos los actores políticos y sociales contribuyan al mantenimiento de la paz y la estabilidad en el país”.
“Hago un firme llamado a las autoridades venezolanas para que garanticen el pleno respeto de los derechos humanos de todos los ciudadanos, independientemente de sus afiliaciones políticas”, agregó la ex gobernante.
Bachelet es buena conocedora de la realidad en Venezuela, ya que visitó varias veces el país cuando estaba al frente de la agencia de la ONU.
Tras una visita de varios días en 2019, la ex presidenta chilena aseguró que la situación humanitaria se había deteriorado “de forma extraordinaria” y dos años después, en 2021, detalló en un duro informe el sistema de abusos y torturas aplicado por el régimen de Nicolás Maduro.
Las declaraciones de Bachelet tienen lugar un día después de que el presidente chileno, Gabriel Boric, dijera que es inconcebible que Maduro amenace con “baños de sangre” si no gana.
”Concuerdo y respaldo las declaraciones de Lula: no se puede amenazar bajo ningún punto de vista con baños de sangre. Lo que reciben los mandatarios y los candidatos son baños de votos y esos baños de votos representan la soberanía popular, que debe ser respetada”, dijo Boric en un encuentro con corresponsales extranjeros. (EFE)
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