No obstante, existe un puñado de países en donde, por distintos motivos, un porcentaje significativo de la población ha adoptado estas nuevas herramientas financieras.
Uno de estos países es Argentina.
Si bien es difícil cuantificar el fenómeno, dado que se trata actividades no reguladas y descentralizadas, y, por ende, no existe una entidad que las agrupe, hay sobrados indicios de que muchos argentinos han adoptado las criptodivisas.
Una primera pista está a plena vista: ciudades como Buenos Aires están repletas de publicidades en la vía pública que promocionan sitios de exchange (intercambio) de cripto.
Pero también hay varios datos del sector que avalan su popularidad entre los argentinos.
En 2023, el país apareció en el puesto número 15 del Índice Global de Adopción de Criptomonedas, compilado por la empresa estadounidense Chainalysis, que analiza la industria sobre la base del volumen de transacciones reportado por los distintos proveedores de servicios.
Argentina fue el segundo mercado más grande de América Latina, después de Brasil.
En tanto, una de las plataformas de compra y venta más populares del país, Lemon, reportó que 4 de cada 10 personas que se descargaron una app cripto en América Latina en 2023, lo hicieron desde Argentina.
La empresa argentina, que junto con Binance -la mayor plataforma de monedas digitales del mundo- dominan el mercado local, estima que hay cerca de 3 millones de personas que usan plataformas cripto en ese país.
Esto pondría a las inversiones en cripto casi a la par de las del mercado de capitales tradicionales, donde se compran y venden valores negociables como bonos y acciones.
Según datos aportados a BBC Mundo por Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), que agrupa a los principales actores del mercado de valores, en 2023 hubo 3.647.912 cuentas con operaciones.
Primer registro cripto
Otra señal del crecimiento que han tenido las criptomonedas en Argentina fue la apertura, a finales del marzo, del Registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales, creado por la Comisión Nacional de Valores (CNV).
El presidente de la CNV, Roberto Silva, señaló a este medio que el registro se creó por ley, siguiendo las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) para prevenir el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo.
“El objetivo del registro es identificar a los proveedores ya que los mismos han pasado a ser sujetos obligados”, explicó, en referencia a las personas humanas o jurídicas que tienen la obligación legal de reportar ante la Unidad de Información Financiera (UIF) sobre la existencia de operaciones sospechosas.
Silva afirmó que deberán registrarse tanto las empresas de criptoservicios argentinas como las de origen extranjero que direccionen sus operaciones a residentes argentinos, hagan publicidad en el país, utilicen un dominio.ar, tengan subsidiarias locales o generen más del 20% de su negocio en Argentina.
Aunque el organismo recién dará a conocer el listado de plataformas cripto cuando finalice el período de convocatoria, que era de 45 días, fuentes del sector dijeron a BBC Mundo que varias decenas de empresas ya han presentado su solicitud.
La creación del registro busca evitar que Argentina entre en la “lista gris” de países con riesgo de lavado de dinero, algo que complicaría las posibilidades del país de volver a negociar financiamiento externo.
Pero ¿por qué se ha expandido tanto el negocio cripto en Argentina?
Un “combo explosivo”
El experto en criptoactivos y profesor de Tecnología y Negocios Rodrigo Civiello afirma que Argentina tiene un “combo explosivo” compuesto de cuatro factores que explican por qué muchos ciudadanos han decidido adoptar esta nueva herramienta financiera.
La rápida pérdida de valor del peso, superior a los dos dígitos por mes, hace que los argentinos busquen otra moneda de reserva.
Las restricciones sobre la compra de dólares -la forma más tradicional de ahorro de los argentinos- llevan a muchos a buscar monedas alternativas.
Los trabajadores no registrados representan cerca del 50% del mercado laboral y no pueden cobrar a través de una cuenta de banco, ya que no pueden justificar sus ingresos.
“Es un factor que no se toma muy en cuenta”, dice Civiello. “Pero mucha gente que compra dólares no quiere tenerlos en la casa. Con las cripto, aunque te roben el celular, si tenés la clave de tu cuenta podés recuperarla”.
“Por todos estos factores, Argentina es punta de lanza”, señala a BBC Mundo.
Según el medio económico Bloomberg, en febrero y marzo la compra de criptomonedas en Argentina aumentó tanto que incluso llegó a reemplazar a la compra de dólares como forma de ahorro.
“El cambio de pesos por dólares, el refugio seguro principal desde hace décadas, ha perdido parte de su atractivo en los últimos dos meses, ya que la tasa de cambio paralela de uso común se ha fortalecido un 10% frente al dólar, mientras que el Bitcoin se ha disparado casi un 60% frente al billete verde durante el mismo período”, informó Bloomberg.
Aunque esa primera criptomoneda -que sigue siendo la más popular en el mundo- está ganando adeptos en Argentina, no es la más usada en el país.
Según un reporte del exchange mexicano Bitso, el 60% de los argentinos se vuelca por las stablecoins, otro tipo de criptoactivos que son considerados más seguros, ya que su cotización está atada a otro activo, como el dólar, lo que los hace menos volátiles.
¿Quiénes usan las cripto?
Aunque los números claramente muestran que Argentina es uno de los países que más está adoptando las criptomonedas en el mundo, lo cierto es que, para la mayoría de los argentinos, siguen siendo algo desconocido.
Civiello explica que su uso, por el momento, parece darse principalmente en algunos sectores de la población.
Pero no son los grupos que uno podría pensar.
“Muchos se imaginan que quienes usan las cripto son personas que se especializan en finanzas y mercados, pero la realidad es que, si bien estos fueron los primeros en utilizar esta tecnología disruptiva, ahora cualquiera puede abrir una cuenta, que toma apenas cinco minutos”, señala.
Los jóvenes, en especial quienes tienen trabajos informales, son uno de los grupos que más los usan.
Otro conjunto que los adoptó son los freelancers, los trabajadores sin relación de dependencia que ofrecen servicios para el exterior, afirma el experto.
De esta forma logran sortear la traba que impide recibir dólares en cuentas de banco argentinas (solo se puede cobrar en pesos, y todo dinero que se recibe del exterior es “pesificado” a la tasa oficial, que es menor a la del mercado).
Un tercer grupo que usa criptomonedas son los inmigrantes.
“Tenemos mucha inmigración de países limítrofes. Para mandar o recibir dinero de sus países de origen hasta hace poco tiempo tenían que ir a un servicio de transferencia de divisas, que les cobraban una tasa de al menos el 5% y la transferencia tardaba entre dos y cinco días hábiles. Con las cripto es inmediato”, señala Civiello.
Pero el sector quizás menos pensado que ha abrazado a los activos virtuales es uno de los más tradicionales del país, y un emblema de lo argentino: el campo.
Los productores agrarios, los principales generadores de dólares en Argentina, no solo han adoptado las criptomonedas como forma alternativa a la compra del billete verde en el mercado paralelo (aquí llamado el “dólar blue”).
Una productora rural, que prefirió no dar su nombre, explicó a BBC Mundo que estas nuevas tecnologías incluso han permitido sacar al dólar de la ecuación, usando los propios cultivos -en particular la soja- como “moneda” de intercambio.
“En el agro se usa una aplicación que se llama Agrotoken que te da un token por cada tonelada de soja”, contó.
“Tradicionalmente, la unidad de medida en el agro es un camión, que son 30 toneladas de soja. Antes, si necesitaba comprar un insumo que valía lo mismo que una tonelada y media de soja, tenía que vender todo un camión”.
“Ahora, con solo comprobar cuánta soja tengo guardada en silobolsas en mi campo, puedo ‘tokenizar’ la cantidad de soja que quiera, y usar esos agrotokens para comprar lo que necesito, a través de una tarjeta asociada a mi cuenta”.
El sistema no solo le permite vender únicamente la cantidad necesaria de cultivo. Además, le evita tener que transportar los camiones hasta las cerealeras, ya que este costoso proceso solo se realiza al final, una vez que los tokens son cobrados.
Los tokens incluso se pueden utilizar como garantía para pedir préstamos en algunos bancos.
Regulaciones
¿Qué pasará ahora que se creó un registro de proveedores? ¿Podría desincentivar el uso del cripto? ¿Y qué pasará con las plataformas que no se registren?
Según la CNV, los proveedores que cumplen con los requisitos para registrarse y no lo hacen ya no podrán operar de forma legal en Argentina.
Para la Cámara Argentina Fintech, que nuclea a las compañías tecnológicas que ofrecen servicios financieros, tener “un correcto marco normativo, que propicie la innovación y ponga los incentivos correctos, a la vez que proteja a las personas que invierten en ellos, es una gran oportunidad” para el país.
“Hoy Argentina lidera la industria cripto a nivel regional, en términos de desarrollo tecnológico, empresas y adopción. Creemos que esta regulación de los Proveedores de Servicios de Activos Virtuales puede ayudar a complementar y consolidar ese proceso, con un marco normativo adecuado y desde la Cámara estamos trabajando para eso”, señaló a BBC Mundo el director ejecutivo de la Cámara, Mariano Biocca.
En febrero pasado, cuando se disparó la compra de Bitcoin, la ONG Bitcoin Argentina advirtió que se quintuplicaron las denuncias de estafas con criptomonedas, un problema difícil de combatir en un mercado desregulado.
Tanto la Cámara Fintech como la CNV recalcan que el registro regula a los proveedores pero no a los clientes, ni tampoco a los activos mismos.
No obstante, la ley que creó el registro le da a la CNV las facultades para regular y supervisar el mundo del cripto, y se espera que el organismo convoque en el futuro a una consulta pública antes de decidir de qué manera avanzar.
Entre tanto, el crecimiento de las criptomonedas en Argentina podría depender de la capacidad que tenga el gobierno de Javier Milei de bajar la inflación, levantar el “cepo” sobre los dólares, reducir la informalidad laboral y mejorar la seguridad, los cuatro principales factores que hoy potencian la popularidad del dinero digital.
Texto original de BBC Mundo
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