Argentina decretó este 19 de diciembre la emergencia energética “en los segmentos de generación, transporte y distribución” hasta el 31 de diciembre de 2023. Lo hizo con la intención de intervenir en los entes reguladores e iniciar la adecuación de las tarifas de luz y gas.
El decreto del Ejecutivo instruyó a la Secretaría de Energía a establecer un programa para acomodar los costos de los servicios en “términos reales a los niveles de ingresos”. Se busca así cubrir la inversión y garantizar la prestación continua de los servicios.
A tono con las medidas económicas de ajuste fiscal, el Gobierno del libertario Javier Milei dio inicio a la corrección de las tarifas en la electricidad y el gas natural, así como la intervención de los entes reguladores de ambos servicios.
Además, los interventores designados por el Ministerio deberán revisar las tarifas y hasta que estén definidas podrán “aprobarse adecuaciones transitorias y ajustes periódicos, propendiendo a la continuidad y normal prestación de los servicios públicos involucrados, a cuenta de lo que resulte de la revisión tarifaria”.
La revisión de las tarifas de la electricidad y el gas son parte del ajuste fiscal anunciado el 12 de diciembre por el nuevo régimen argentino como parte de su plan para sacar de la crisis al país.
Otra de las medidas es la reducción de los subsidios del transporte, cuya baja está prevista que inicie el 1 de enero próximo junto con las adecuaciones tarifarias de los servicios públicos, incluido el gas.
Así lo anunció el 13 de diciembre el portavoz de la presidencia argentina, Manuel Adorni. El funcionario dijo que estas y otras decisiones apuntan a mejorar en el futuro inmediato el Producto Interno Bruto (PIB) en un modesto 0,7%.
«Esta mejora del 0,7% (del PBI, respecto al cierre de ingresos previsto en 2023) todavía deja un tramo de subsidios por resolver en un esquema de tarifas que consideramos, creo que buena parte de los argentinos, que es absolutamente ridícula», resaltó el vocero en su conferencia de prensa diaria en la Casa Rosada (sede del Ejecutivo).
Entre tanto, Argentina decidió importar electricidad de Brasil para compensar averías causadas por el fuerte temporal de lluvia y fuertes vientos que azotó a la capital y a diversas ciudades de la provincia de Buenos Aires el fin de semana.
La medida es emergente pues las autoridades creen que la mayor parte del servicio quedará restablecido hasta inicios del martes y el resto retornará a la normalidad entre las siguientes 24 y 48 horas. EFE
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