Si la fecha de posesión se adelanta del 1 de diciembre al 23 de noviembre, quedarán menos de dos semanas para que Daniel Noboa Azín asuma el poder. Sin embargo, poco se sabe de los primeros pasos que dará el presidente electo.
Aunque ha hecho algunos anuncios, como una reforma tributaria y una consulta popular, los detalles permanecen en la incógnita.
El mismo proceso de transición ha sido exiguo, pese a las distintas crisis que mantienen al país a la expectativa de las propuestas del nuevo gobierno. No se ha designado públicamente un equipo que lidere esa fase.
Incluso, la única reunión entre el presidente saliente, Guillermo Lasso, y su próximo sucesor fue iniciativa del mismo Jefe de Estado.
Además, Noboa estuvo fuera del país durante 21 días, privilegiando una agenda internacional, sin mayores resultados, por sobre la definición de su gabinete y la puesta en marcha de una agenda de transición específica.
Lo único que se sabe, extraoficialmente, es que el segundo encuentro entre Lasso y Noboa sería este martes, 14 de noviembre, para un Consejo de Seguridad que ponga al día al mandatario entrante sobre el mayor problema del país, a ojos de los ecuatorianos.
Lo que se sabe De los 20 ministerios, seis secretarías nacionales y seis secretarías de la Presidencia, sin contar con otras comisiones, servicios, centros, institutos y entidades financieras, Daniel Noboa apenas ha confirmado a una decena de funcionarios de frente a la posesión. La mayoría en el área económica.
El Presidente electo también ratificó las labores que tendrá la futura vicepresidenta, Verónica Abad, quien se dedicará a velar por los migrantes ecuatorianos.
“Esta disposición única y exclusiva para la vicepresidenta se mantiene y cobra especial importancia en la coyuntura actual, donde se ha disparado la salida de compatriotas”, dijo en un comunicado del 31 de octubre.
El próximo Mandatario también reiteró su objetivo de llevar a los ecuatorianos a las urnas nuevamente, dentro de los primeros 100 días de su gestión, para consultar sobre una reforma al rol de las Fuerzas Armadas para combatir el crimen organizado y la delincuencia.
Noboa también anunció, en Estados Unidos, una reforma tributaria urgente, para este mismo año. Sin embargo, advirtió que mantendrá su promesa de no subir impuestos. Aunque del contenido del proyecto de ley detalló poco.
Comentó que tendrá una reducción de impuestos, como un incentivo para que las “empresas contraten más talento y mano de obra ecuatoriana”. Además, el proyecto urgente incluirá la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los materiales de construcción, del 12% al 5%.
Pero, si el futuro Mandatario quiere que dicha reforma entre en vigencia en 2024, necesitará que sea publicada en el Registro Oficial hasta el 31 de diciembre. Es decir, podría ser entregada al Legislativo, a más tardar, el 1 de diciembre. Ya que la Asamblea tiene 30 días para decidir sobre los proyectos urgentes.
También anunció que estará del lado de la fiscal general, Diana Salazar, en caso de pugnas políticas y adelantó a los multilaterales de que requerirá un impulso económico para no entrar en impago de la deuda.
Las principales incógnitas
Las mayores incógnitas, por la coyuntura y urgencia, están en los primeros pasos que dará en el área de seguridad y de gestión de riesgos. Esto porque son dos problemas que el Presidente electo no ha priorizado en sus pocas apariciones públicas.
Si, efectivamente, la posesión de Daniel Noboa se adelanta para el 23 de noviembre, tendrá apenas 11 días para definir a las autoridades del Gabinete de Seguridad. Aunque, afirmó que daría a conocer sus nombres de frente a la reunión con el presidente Lasso sobre el tema.
Esta cita se dará seis semanas después de la victoria de Noboa en las urnas. Y, más allá de la mención casi publicitaria del Plan Fénix en campaña y una consulta popular hasta febrero, el próximo Mandatario no ha informado de las acciones inmediatas.
De todas formas, los datos oficiales muestran que Ecuador se encamina a cerrar 2023 con más de 7.000 muertes violentas, lo que acarrearía una tasa de 43 homicidios por cada 100.000 habitantes.
A esto se suma la inminente llegada del fenómeno de El Niño y la gestión de la crisis energética, en caso de que la sequía prevalezca en las zonas de las hidroeléctricas.
En el caso de El Niño, Noboa ni siquiera lo mencionó en su plan de gobierno, tampoco la gestión de riesgos, en general. Pero sí habló de algunas medidas que ejecutaría, durante el debate presidencial, como la administración adecuada de agua y de electricidad, para ver “resultados favorables en menos de 9 meses”.
Y, según los datos oficiales, de frente a los efectos del fenómeno, el país tiene un déficit de un 20% de albergues en las zonas críticas y se esperan pérdidas por cerca de USD 3.793 millones, solo en el sector primario. Sin embargo, no se ha dado a conocer quién será el titular de la Secretaría de Gestión de Riesgos.
Además, el Presidente electo tampoco se ha pronunciado sobre la crisis energética que vive el país. Ni siquiera ha comentado públicamente el tema, pese a que desde el 27 de octubre, Ecuador vive un racionamiento de electricidad, con apagones programados diariamente.
De todas formas, en este ámbito, Noboa ya anunció que, después de su posesión, la responsabilidad del Ministerio de Energía recaerá en manos de Andrea Arrobo, quien “ayudará a restablecer el correcto funcionamiento del sector eléctrico y buscará implementar estrategias sostenibles”.
Con información de Primicias
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