La historia de los niños rescatados en la selva del Guaviare acaba de dar un giro. Esto, por unas supuestas denuncias de maltrato que tendría el padre de los pequeños, Manuel Miller Ranoque, quien por 30 días participó en la búsqueda de los menores.
Según la información que se ha conocido, Ranoque, que es padre biológico del niño de 4 años y el menor de un año, y padrastro de los niños de 9 y 13 años, tendría supuestas denuncias de abuso sexual y violencia intrafamiliar.
Esas denuncias fueron dadas a conocer a los medios de comunicación por la familia de Magdalena Mucutuy, madre de los cuatro niños y quien falleció en el accidente aéreo. De acuerdo con la familia Mucutuy, de quien se conoce no tienen buena relación con el padre, este último habría, inclusive, intentado acceder sexualmente a una de las niñas y maltrataba a Magdalena.
En entrevista con EL TIEMPO, Ranoque aseguró que las denuncias responden a temas económicos y dijo que la familia Mucuty quiere quitarle a los niños para obtener beneficios económicos a través de ellos.
“Ellos quieren llevarse a los niños para, por medio de los niños, estar pidiendo recursos, estar haciendo desorden. Porque eso es lo único que saben hacer”, resaltó, refiriéndose a la familia Mucutuy.
Ranoque fue enfático en defenderse y dijo que quienes hoy lo denuncian no estuvieron cuando él los buscaba. “Puedo asegurarle que yo no tengo nada que ver con ningún maltrato familiar. Esas son patadas de ahogado porque quieren quitarme a mis hijos y apoderarse de ellos. Sin entender que yo vengo de sufrir por buscarlos a ellos. Las personas que están hablando así ni siquiera estuvieron conmigo buscando a los niños mientras yo estaba mal”, aseguró Ranoque.
Según el padre, quien fue uno de los rostros más visibles durante la búsqueda de los pequeños, las denuncias de abuso sexual en contra de una de las niñas no tienen validez y ya han sido desmentidas por la propia menor. “La misma niña ya aclaró que yo no tengo nada que ver porque yo la respeto”, enfatizó.
Preguntada sobre el tema, Adriana Velásquez, subdirectora general del ICBF, aseguró que “en este momento todas las denuncias y los hechos y las acciones de verificación son objeto de análisis por parte de la defensora de familia asignada por el ICBF desde la Dirección Regional en Bogotá y guarda estricta reserva”.
Además, sobre un aparente conflicto por la custodia de los niños, Velásquez dijo: “dos días después del rescate es imposible tomar esa determinación. Se puede especular mucho, pero es importante hacer un llamado a la privacidad en lo que será este proceso de reestablecimiento de derechos”.
“Es la defensora de familia quien debe tomar la decisión. Aquí juegan muchos factores: la pertenencia étnica, el relacionamiento familiar, las redes de apoyo y vinculares. Todo eso se interesa bajo un el principio del interés superior del niño y el principio de protección integral. Es importante no dar rumores”, agregó.
De otro lado, Ranoque aseguró que si “luchó” en la selva para encontrar a los menores también lo hará para protegerlos ahora que están sanos y salvos recuperándose en el Hospital Militar de Bogotá.
“Entiendan una cosa: Padre es padre y está siempre con sus hijos. El día que mis hijos no comen ese día yo estoy triste. Otras personas no van a sentir esto que siento yo”, finalizó Ranoque.
Con información de El Tiempo
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