Durante la tradicional veneración a la imagen de María Inmaculada en la Plaza de España de la Ciudad Eterna, el papa Francisco no pudo contener las lágrimas cuando pidió por el […]
Tiempo de lectura: < 1 minutoDurante la tradicional veneración a la imagen de María Inmaculada en la Plaza de España de la Ciudad Eterna, el papa Francisco no pudo contener las lágrimas cuando pidió por el pueblo ucraniano.
Ahora puedes recibir notificaciones de Dialoguemos. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
“Laudato Si”: Un llamado que no se puede ignorar
Madres profesionales: El arte de equilibrar sueños, trabajo y amor
JUVENTUD, DIVINO TESORO
León XIV, el primer papa norteamericano: una nueva etapa para la Iglesia
Sin periodismo, la democracia pierde