El plazo venció para que las personas naturales y sociedades implementasen la facturación electrónica de forma obligatoria. Sin embargo, seguirán circulando algunas facturas físicas vigentes hasta noviembre del 2023.
Según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI), hasta la semana pasada 423 000 contribuyentes ya habían migrado a la facturación electrónica (332 000 personas naturales y 91 000 sociedades). Faltaba la incorporación de más de la mitad de las personas obligadas a emitir estos documentos.
Con el objetivo de facilitar el proceso, el SRI autorizó de oficio (automáticamente) la incorporación de 661 100 personas a este nuevo esquema de emisión. Actualmente, hay más de un millón de contribuyentes que ya están autorizados a entregar los comprobantes electrónicos.
Aquellos que ingresaron automáticamente al sistema digital deberán obtener la firma electrónica y el aplicativo de facturador o software para cumplir con la obligación. El sistema seleccionado puede ser el gratuito que ofrece el SRI o uno de pago; esto depende del contribuyente.
El SRI realizó, al menos, cuatro modificaciones al proceso para facilitar la migración a la facturación electrónica. Entre las modificaciones consta que ya no se requiere convenio de débito para la autorización, como emisores de comprobantes electrónicos; es decir, ya no es necesario registrar la cuenta bancaria en la página web del organismo. Además, se habilitó la obtención de firma electrónica con cédula, anteriormente solo se podía obtener con el RUC.
Los contribuyentes pueden verificar si han sido autorizados de oficio para la emisión de facturas electrónicas, ingresando a la página web del SRI, en el link ‘Validación de emisor en producción’.
Están obligados a migrar al sistema de facturación electrónica todos los contribuyentes, excepto los pequeños negocios vinculados al Régimen Simplificado para Emprendedores y Negocios Populares, con ventas hasta de USD 20 000 anuales. Estos seguirán emitiendo notas de ventas físicas.
Dentro de los obligados constan todos los contribuyentes que brindan servicios profesionales y los transportistas. Entre estos últimos está Gabriel Zambrano, de 38 años, quien brinda el servicio de taxi en Quito y, desde hace unos dos meses, entrega facturas electrónicas a los clientes que lo solicitan. Asegura que es sencillo y se ha acoplado rápidamente al sistema digital.
Gabriel no optó por el software gratuito del SRI, ya que no le permitía descargarse el PDF desde un celular, así que prefirió un aplicativo pagado con más facilidades. Por el servicio paga USD 2,5 al mes.
Facturas físicas
Las facturas físicas con fecha vigente a partir del 30 de noviembre de 2022 sí serán válidas hasta la fecha autorizada. El tiempo máximo de autorización de comprobantes físicos es un año, por lo que es posible que circulen facturas físicas hasta noviembre de 2023.
La recomendación es, antes de recibir un comprobante físico, fijarse en la fecha de caducidad que consta en la parte inferior.
El 97% de los comprobantes que se emiten en Ecuador es electrónico, por lo que se puede afirmar que en el país está implementado plenamente ese tipo de facturación, aseguró Francisco Briones, director del SRI. El funcionario explicó que la digitalización de la administración tributaria permitirá controles eficientes contra la evasión y la defraudación.
Entre otras reformas en los controles, por ejemplo, consta que desde el 10 de noviembre las facturas de USD 50 o más están obligadas a tener todos los datos del contribuyente. Es decir, ya no pueden ser como consumidor final, antes el valor mínimo era USD 200.
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