Uno de los anuncios más urgentes por conocer era quién iba a estar a cargo del Ministerio de Salud en el próximo Gobierno de Guillermo Lasso. Un cargo clave por la situación que está atravesando el país y el mundo debido a la pandemia del Covid-19. Y sobre todo por la propuesta de campaña de vacunar a nueve millones de ecuatorianos en los primeros 100 días.
Ese era un asunto prioritario debido a que el Gobierno actual no ha podido pasar de las 200.000 o 300.000 vacunas. La promesa de Guillermo Lasso significa vacunar a un promedio de 90 mil personas por día.
El nombramiento de Ximena Garzón en esa Cartera de Estado da un poco de tranquilidad porque conoce sobre salud pública y tiene experiencia en esa área, con postdoctorado en epidemiología ocupacional. Es decir, es capaz de cumplir los retos del nuevo Gobierno.
La otra expectativa estaba en el tema de la educación, un sector que es necesario reactivar en tiempos de pandemia, sobre todo por los niveles de deserción escolar y la infraestructura que mantenía el sistema educación pública poco apta para la educación a distancia. O el tema de las escuelas rurales. Esos eran fundamentales aclarar.
¿Por qué la parte social en primer lugar? Para cubrir deudas con amplios sectores de la población desatendidos por la crisis y la pandemia, que luego puedan encaminarse a la reactivación productiva: eso solo se puede lograr con salud y educación, sobre todo ahora que se habla de una segunda ola del Covid-19, mucho más fuerte que la primera.
Y también está la designación en el nuevo equipo de Gobierno de Carlos Cueva González, con experiencia en materia de distribución y logística de medicinas e insumos médicos. Y ese es el grupo de trabajo que va a necesitar el Ministerio de Salud para vacunar a 90 mil personas por día.
El primer anuncio del nombramiento del Frente Social está muy ligado con la parte económica. Porque ahí está la otra cara de la moneda: los recursos con los que va a contar para la educación, la salud, la parte cultural y el tema deportivo, ámbito cuestionado porque los programas de alto rendimiento fueron afectados. En estos momentos la atención al sector público es clave, porque hay muchos sectores que fueron desatendidos.
La integración del Frente Social fue el primer paso clave para avanzar en la reactivación productiva del país. Cuánto más gente vacunada haya se va a garantizar la estabilidad de la economía y el evitar parar los comercios y los negocios cómo está ocurriendo hoy en día. Es una garantía para dar mayor tranquilidad a las personas que puedan ser más vulnerables a este virus. Es un aporte a la economía pública y la economía privada.
En el tema de la educación, el 43 por ciento que accede al sistema educativo llega a la primaria y el 32 por ciento a la secundaria. Eso significa que solo una de cada cuatro personas puede acceder a la universidad. Si no hay profesionales calificados, la consecuencia está en los problemas de baja productividad.
El garantizar el acceso a la educación desde los niveles más básicos ayuda a ampliar el espectro de la educación superior. Con eso tenemos garantizado en primer lugar la salud ocupacional del sector productivo y segundo la mejora en la calidad de la mano de obra con un nivel de educación con más altos estándares. El primer objetivo debería ser que no sea uno de cada cuatro quienes accedan a la universidad, sino por lo menos dos de cada cuatro.
Ahora bien, el tema del Frente Económico, con un plan muy ambicioso sobre todo en las ofertas de la vivienda, es fundamental en estos momentos tan críticos.
Primero estaba el Frente Social, porque sin vacunación no hay salud ni deporte; sin salud no hay economía ni vivienda, sin educación no hay prosperidad.
Ahí tenemos la clave de un buen Gobierno. Ahora, ¿cuánto cuesta eso?, ¿dónde está el financiamiento?, ¿cómo se garantiza las nueve millones de dosis de vacunas contra el Covid-19?, ¿cómo se garantiza el acceso a la educación a los niños y jóvenes para que no tengan que viajar durante largas jornadas para asistir a una escuela o un colegio?
Al Frente Económico le corresponde sacar dinero de donde más pueda y reducir todos esos gastos innecesarios que van a un saco hueco o un saco sin fondo y representan muchos egresos de los recursos públicos. Y su primera tarea será buscar recursos frescos, porque el presupuesto del Frente Social necesita no debe ser financiado el próximo año sino este año.
La meta de las nuevas autoridades económicas deberá ser reducir los gastos y generar ingresos por el lado del Servicio de Rentas Internas, las Aduanas y las empresas públicas que no pueden seguir generando pérdidas.
Y es necesario un plan estratégico para reducir gastos en el personal burocrático no solo del sector público sino también en las empresas a cargo del Estado que generan pérdidas. Ese Frente Económico debe llegar para cerrar la llave de gastos y abrir la llave de ingresos.
Guillermo Lasso está como en una mesa de ajedrez donde debe moverse con sabiduría, porque si no tiene los recursos no podrá cumplir con sus promesas en lo social. A esto hay que sumarle la parte política, porque si no existe el apoyo de la Asamblea, la oposición y los grupos sociales será muy difícil que funcione una agenda de gobernabilidad.
El país necesita recuperar la economía, porque con estos meses de contracción y confinamiento otra vez se comienza a ver un bajón en el área de la producción y el empleo.
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