Nada, absolutamente nada. Nada más que acusar a Julio César Trujillo de haberle amenazado con nueve años de prisión si no involucraba a sus superiores en el intento de secuestro de Fernado Balda en Bogotá en 2012. ¿Hibo ese intento de secuestro? Sí, un proceso abierto en la justicia colombiana, cuando era presidente Juan Manuel Santos, gran aliado de expresidente Rafael Correa, lo demuestran.
¿Qué más dijo Chicaiza? Que Julio César Trujillo, quien llegó a la presidencia del Consejo de Parricipación Transitorio en marzo de 2018, le presionó para que declarara contra un superior y alguien del Ejecutivo. El ensuciar la memoria de un hombre como Trujillo ha estado en la mira del correísmo para intentar deslegitimar sus actuaciones, que terminaron por desmontar el sueño de un expresidente de seguir siendo el jefe de todas las Funciones del Estado.
Trujillo llegó en marzo de 2018 al Consejo de Participación Ciudadana y Chicaiza se acogió a la cooperación eficaz en mayo. En ese entonces todavía ejercía como presidente del Consejo de la Judicatura el amigo, ex secretario y exministro del expresidente Correa hasta que fue cesado en junio. ¿Pudo un hombre con tanto poder en la administración de la justicia desconocer una amanaza de ese tipo y no denunciarlo cuando fue cesado en sus funciones por el Consejo de Participación Transitorio?
La otra perla de Chicaiza es que su vida ha corrido riesgo por tres atentados de bala y un accidente de transito. ¿Dónde están esas denuncias? ¿Cuándo? ¿En el interior de la cárcel o cuando salió de la cárcel? ¿Cómo alguien puede sufrir un atentado con un accidente de tránsito en la cárcel? Si hubo tres atentados de bala en la cárcel, porque la exasambleísta correísta Sofía Espín, que fue a visitar en la cárcel a Diana Falcón, no denunció nada. ¿Quién estaba interesado en atentar contra su vida si se conviritió en figura pública cuando se acogió a la cooperación eficaz? ¿A quién le interesaba silenciarlo?
¿Quién le proporciona información a Chicaiza? Es un gran misterio, porque desde la cárcel conocía de las reuniones clandestinas de Balda con autoridades del Gobierno para, desde su versión, armar el montaje del caso. Su otra gran revelación. Ya no es el caso del secuestro, es la conspiración contra él.
“Nos sacaban de los centros de reclusión social intempestivamente con el fin de presionar y que se involucre con nuestro testimonio anticipado a altos mandos jerárquicos, y desde el Ejecutivo al economista Rafael Correa”. Su otra gran revelación. ¿Quién atentó contra su vida? ¿Cuáles mandos jerárquicos? Al parecer ya no es solo Pablo Romero, el exjefe de la Senaín, detenido y candidato a asambleísta por el correísmo.
¿Cómo Chicaiza llegó a Argentina en agosto? “Desde el momento en que pisé territorio argentino (en agosto) -dijo Chicaiza- se me dan las garantías y ahora aguardo que se me brinde el documento oficial del refugio”. Argentina es uno de los pocos países que mantiene prohibidos la mayoría de los vuelos locales e internacionales y anunció como poco probable que el 1° de septiembre se reanuden las operaciones como lo previsto. Pero Chicaiza llegó como si no existiera pandemia, ni restricciones ni obligaciones de guardar cuarentena ni nada. Solo llegó porque su viaje fue como ir del centro de Quito a la Villa Flora.
¿Qué tiene que ver la Constitución con la solicitud de refugio? Según Chicaiza pidió refugio en Argentina porque se ha atentado contra su vida y se ha vulnerado la Constitución. Las palabras parecen conocidas. “Es obligación del Estado velar por los derechos de los testigos protegidos -dijo en su rueda de prensa en Argentina-. El Estado colombiano no supo protegerme”. ¿Por qué el Estado colombiano estaba en la obligación de protegerlo? ¿Habla del gobierno de Juan Manuel Santos?
Y la guinda del pastel, según Chicaiza la justicia le ofreció seguridad, reinserción laboral y cargos públicos para sus familiares por involucrar en el caso al expesidente Correa. Lo terrible habría sido que le hubiera entregado cargos públicos a sus familiares. Eso habría sido impresentable.
El exagente Chicaiza seguramente se cree intocable porque está en un país con un gobierno aliado del correísmo. Demasiadas evidencias, sin embargo, no se desmontan con una declaración con tantas interrogantes. En una cosa tiene razón, fue, es y será un chivo expiatorio, ¿de quién?
“La justicia colombiana debería decir por qué esto amerita que sea un secuestro. Deben decir donde está el requerimiento. ¿Fue económico, político, social? Dentro de la policía mundial hay normas y protocolos para saber si fue un secuestro, un paseo millonario o una situación para llamar la atención y sacar beneficios a largo tiempo, como lo está haciendo Balda en Ecuador”.
El exagente Chicaiza en ningún momento niega que los hechos ocurrieron, están documentados. ¿Y ahora quiere que se le juzgue por secuestro expres, lo que llama paseo millonario? ¿Qué es la policía mundial o el ejemplo para el universo? Son frases tan reconocidas.
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