Los gigantescos incendios liberan cantidades sin precedentes de dióxido de carbono y contaminación por material particulado a la atmósfera en California y Oregón, lo que lleva al primer aumento de emisiones por incendios forestales en Estados Unidos desde 2015, según Bloomberg.
En algunos lugares, la intensidad de los incendios de este año ha sido cientos de veces más alta que el promedio entre 2003 y 2019, según un comunicado del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus de la Unión Europa, que monitorea desde el espacio los incendios y el humo resultante. La gruesa capa de humo de los incendios ha cruzado Estados Unidos de costa a costa, tiñendo de gris los cielos de Nueva York, y la agencia pronostica que llegará al norte de Europa a fines de esta semana.
“El hecho de que estos incendios emitan a la atmósfera tanta contaminación que sea posible ver la espesa capa de humo incluso a más de 8.000 kilómetros de distancia refleja cuán devastadores han sido en cuanto a su magnitud y duración”, dijo Mark Parrington, científico sénior del CAMS y experto en incendios forestales.
Los incendios forestales, que comenzaron a mediados de agosto y continúan activos, han consumido 2,02 millones de hectáreas en toda la costa oeste, dejando decenas de víctimas fatales, destruyendo viviendas y empeorando la calidad del aire. Una plaga de escarabajos que ha devastado más de 150 millones de árboles solo en California ha dejado enormes cantidades de yesca, que alimenta las llamas. Eso, junto con las condiciones cálidas y secas, está provocando una de las peores temporadas de incendios en la región.
Este año hasta el 14 de septiembre, los incendios habían emitido un estimado de 79,6 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono en California, 26,8 millones de toneladas métricas en Oregón y 5,1 millones de toneladas métricas en Washington, según datos del CAMS.
En lo que va corrido de 2020, las emisiones de incendios forestales en todo Estados Unidos han llegado a los 200 millones de toneladas métricas, lo que ya equivale a 28% más que el total para todo 2019.En comparación, los incendios en el Círculo Polar Ártico, que este año experimentó la peor temporada de incendios, emitieron 244 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono durante los primeros seis meses del año.
Las emisiones de incendios, algunas de las cuales pueden reabsorberse en los próximos años cuando los árboles vuelvan a crecer, representan una pequeña fracción del dióxido de carbono adicional que los humanos arrojan a la atmósfera mediante la quema de combustibles fósiles. Las emisiones de Estados Unidos provenientes de la energía fueron de 4.800 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono en 2019 y la cifra correspondiente para todo el mundo fue de 33.100 millones de toneladas métricas, según la Agencia Internacional de Energía.
Si bien las emisiones carbono contribuyen al calentamiento a largo plazo del planeta, la contaminación por material particulado puede causar problemas de salud a corto y largo plazo. El humo de los incendios forestales de California está afectando la calidad del aire a miles de kilómetros de distancia; los satélites de Copernicus muestran que el esmog se ha expandido por todo Estados Unidos y partes de Canadá, según Bloomberg. Al menos durante los últimos tres días, las ciudades en el oeste de Estados han estado entre las más contaminadas del mundo, según datos de OpenAQ recopilados por Bloomberg Green.
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