China envía cazas de guerra a Taiwán el día de la visita a la isla de un alto funcionario de EEUU

lunes, agosto 10, 2020

El Cuartel General de las Fuerzas Aéreas de Taiwán aseguró que esta invasión deliberada destruye la situación actual en el estrecho de Taiwán y daña gravemente la seguridad y la estabilidad en la región

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Aviones militares chinos fueron rastreados por baterías de misiles taiwanesas tras traspasar brevemente el lunes la línea imaginaria que divide el estrecho de Taiwán, informó Taipéi, mientras el secretario de Salud estadounidense visitaba la isla para ofrecer el apoyo del presidente Donald Trump.

Alex Azar llegó a Taiwán el domingo, en la que constituye la visita a la isla de un miembro del gobierno estadounidense de más alto rango en cuatro décadas. El viaje recibió la condena de China, que reclama el territorio como suyo, deteriorando aún más las de por sí tensas relaciones entre Pekín y Washington.

China, que había prometido adoptar represalias por el viaje, envió aviones de combate J-11 y J-10 que cruzaron por unos instantes al lado de Taiwán en el sensible y reducido estrecho que lo separa de su gigantesco vecino, alrededor de las 09:00 hora local (0100GMT), poco antes de que Azar se reuniera con la presidenta Tsai Ing-wen, según las fuerzas aéreas taiwanesas.

El Ejército isleño hizo seguimiento de las naves con su sistema terrestre de misiles antiaéreos y emitió una advertencia verbal a los cazas chinos antes de enviar una patrulla para interceptarlos y expulsarlos, destaca la agencia Reuters.

Azar se reunió con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, a quien transmitió un mensaje de firme apoyo a Taiwán por parte del jefe de Estado de de Estados Unidos, Donald Trump.

El pasado miércoles, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Wang Wenbin protestó por la visita de Azar y aseguró haber presentado quejas formales ante Estados Unidos tanto en la embajada en Pekín como a través de su legación en Washington.

Para China, recordó Wang, la cuestión de Taiwán es de importancia extrema y del máximo nivel de sensibilidad, ya que desde el final de la guerra civil en 1949 Pekín considera a la isla una provincia rebelde que ha de ser reunificada con el resto del país.

El portavoz exigió a Estados Unidos que dejase de tener interacción oficial alguna con Taiwán y de enviar señales equívocas a los elementos independentistas de la isla bajo riesgo de dañar gravemente los lazos entre Pekín y Washington.

Un día después, preguntado de nuevo acerca de la visita, Wang anunció que China respondería con firmes represalias ante lo que calificó de acto indebido por parte de Estados Unidos, aunque no especificó entonces qué clase de contramedidas tomaría Pekín.