El coronavirus de China mantiene en alerta a las organizaciones sanitarias de todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la situación de emergencia internacional.
El número de muertos por el coronavirus causante de la neumonía de Wuhan en China sobrepasa los 1300, mientras que la cifra de infectados por esa enfermedad en el mismo territorio bordea los 63 800. Y el brote se extiende por una veintena de países, haciendo temer una pandemia dado su poder de rápida propagación.
Fuera de China, Macao y Hong Kong han confirmado más de 100 casos. También hay portadores del virus en Japón, Malasia, Singapur, Corea del Sur, Tailandia o Vietnam. En Europa hay casos confirmados en España, Alemania, Francia, Italia o Finlandia.
Los coronavirus son una familia de virus que pueden infectar las vías respiratorias y otros sistemas (gastrointestinal, hepático, nervioso) de humanos, animales domésticos y silvestres. Están asociados a un rango de enfermedades que van desde resfriado común hasta un síndrome respiratorio agudo severo (SARS).
Al ser un virus de ARN puede fácilmente recombinarse (mezclarse) con otros virus y el resultado es un “nuevo virus” más virulento es decir infecte con mayor facilidad y en el caso de los humanos es perfecto porque somos muchos, nos movemos y podemos dispersar fácilmente los virus.El nuevo coronarivus 2019-nCoV se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad centro-oriental china de Wuhan, capital de la provincia de Hubei con unos 11 millones de habitantes. En China han secuenciado el virus en 5 laboratorios y encontraron que es un nuevo coronavirus que está relacionado con similares en murciélagos.
Al ser un virus que puede infectar cualquier animal tanto de producción como silvestre, podría encontrarse en cárnicos que provengan de China por eso las autoridades de salud han cerrado los mercados de carnes allí hasta esclarecer el origen del virus.
No se transmite fácilmente de persona a persona, debe haber un contacto cercano con fluidos (secreciones respiratorias y manos). La forma más fácil de adquirir una infección respiratoria es darle la mano a alguien enfermo y luego tocar los ojos, la nariz o comer sin lavarse las manos. Los estornudos y la tos son otra fuente de infección, aunque no tan efectiva como las manos.
Al igual que otros patógenos afecta a ciertos grupos de riesgo: niños, ancianos, personas inmunocomprometidas, con enfermedades crónicas y el desenlace va a depender de la respuesta inmune.
Aunque el actual virus 2019-nCov pertenece al mismo grupo de virus de ARN que causaron el SARS o el MERS y provoca también neumonía, hay grandes diferencias entre ellos. De hecho, los análisis genéticos del virus de Wuhan indican que presenta importantes diferencias genéticas con el SARS (un 20%) y el MERS. Esto explicaría, por un lado, por qué los síntomas que provoca el nuevo coronavirus son un poco distintos de los coronavirus anteriores. El virus 2019-nCov, por ejemplo, rara vez provoca síntomas intestinales o moqueo nasal. El coronavirus actual pertenece a la misma familia de virus y el origen puede ser el mismo: el resultado de la unión de virus de diferente origen (animales).
Por el momento no hay una vacuna y se trabaja en antivirales para combatir este virus. Sin embargo, la mejor manera es la prevención es decir evitar la transmisión.
Los aerosoles desinfectantes no son efectivos para controlar infecciones respiratorias virales. Estos desinfectantes ambientales y los jabones con desinfectantes (o antimicrobianos) contribuyen al aparecimiento de resistencia a antibióticos en bacterias y no afectan la transmisión de estos virus. Estos virus se destruyen rápidamente en el ambiente.
Tampoco existe ninguna evidencia científica que demuestre alguna relación entre el frío y la enfermedades respiratorias. Sin embargo, algunos estudios sugieren que algunos virus pueden permanecer viables en el ambiente (superficies inertes) en climas fríos y húmedos.
Al momento no hay respaldo científico de ningún medicamento, producto natural o alimento que suba las defensas contra infecciones respiratorias. Sin embargo, el estrés, la inmunosupresión por diversas razones si pueden hacer que alguien sea más susceptible a infecciones respiratorias.
Los virus están en constante cambio y son potenciales patógenos de animales. El contacto con sangre o fluidos de animales silvestres favorece la exposición a nuevos patógenos y al parecer podría ser el origen de este nuevo coronavirus.
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