En febrero de 2009, Barack Obama daba su primera conferencia de prensa y en ella se hizo eco de la noticia del momento: el dopaje de Alex Rodriguez. El jugador de béisbol mejor pagado del mundo dio positivo por esteroides y, aunque al principio lo negó, finalmente confesó en una entrevista que todo era cierto, reseña el País. El estadounidense de origen dominicano era una estrella en su país, y a partir de ese momento pasó a serlo en todo el mundo. Por el escándalo deportivo, pero sobre todo por su vida privada.
En 2008, Madonna dejaba Inglaterra y regresaba a Nueva York desatando todo tipo de especulaciones sobre un inminente divorcio de Guy Ritchie. Una revista apuntó a Alex Rodriguez como una de las causas. Ella lo desmintió, asegurando que eran “solo amigos”, pero no pudo evitar que los medios de todo el mundo se preguntaran quién era aquel apuesto latino que había roto el matrimonio de la reina del pop.
La estrella de los NY Yankees era considerado como uno de los mejores jugadores de béisbol de todos los tiempos y ganó dos guantes de oro y siete bates de plata. Un deportista millonario que firmó en 2007 el mayor contrato en la historia del béisbol, $275 millones por diez temporadas, a $25 millones por año publicidad aparte. Mientras Madonna emitía un comunicado negándolo todo, la mujer de Rodriguez, Cynthia, presentaba una demanda de divorcio en un juzgado de Miami alegando numerosas aventuras extramatrimoniales durante seis años.
¿Su declive? En 2009 admitió haber tomado algunos estimulantes mientras militaba en los Texas Rangers, entre 2001 y 2003, precisamente la época en que se convirtió en uno de los jugadores más cotizados. Entre su divorcio y su siguiente relación año se filtraron unos correos electrónicos que Rodriguez habría intercambiado con una prostituta de una conocida agencia de meretrices de lujo. Algo que quedó eclipsado por su flamante noviazgo con la actriz Kate Hudson, con la que estuvo año y medio.
En 2011, la noticia fue su romance con Cameron Diaz, con la que llegó a oficializar la relación, ya que acudieron juntos a varios actos oficiales como una cena con Bill Clinton. En aquella época también fue acusado de participar en partidas ilegales de póquer. La sombra del dopaje le persiguió hasta 2014, cuando confesó ante la DEA, la agencia antidroga estadounidense, haber consumido sustancias ilegales como testosterona y hormona de crecimiento. La confesión le valió inmunidad y un año de suspensión. Luego anunció su retiro del béisbol.
Hace dos años comenzó a salir con Jennifer López con quien ya está comprometido tras regalarle una pieza con un diamante color esmeralda de 10 kilates valorado en más de un millón de dólares
En estos dos años, Rodriguez ha seguido prosperando en lo económico, con negocios que van desde fondos de inversión a concesionarios de coches, y se ha mostrado dispuesto a enterrar definitivamente su faceta más alocada. Ahora dedica el tiempo libre a comprar arte, una de sus grandes aficiones, pero sobre todo a su prometida y la familia numerosa que han formado.
La felicidad del compromiso, según El País, se ha visto empañada por un nuevo caso de presunta infidelidad por parte de él. Un excompañero de equipo, José Canseco, aseguró que su exmujer tuvo un idilio con Rodriguez. La implicada lo ha desmentido todo, y mientras tanto Jennifer Lopez ha hecho caso omiso del asunto.
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