Ayer, Hiroshima conmemoró el 80º aniversario del bombardeo atómico con una ceremonia solemne en el Parque de la Paz, que incluyó una campana en silencio, suelta de palomas y oraciones en el minuto exacto —las 8:15 a.m.— en que la bomba “Little Boy” devastó la ciudad en 1945. Miles de personas, sobrevivientes (hibakusha) y representantes de 120 países participaron en el acto.
El alcalde Kazumi Matsui advirtió que la creciente aceptación de armas nucleares en conflictos actuales —como en Ucrania y Oriente Medio— contradice las lecciones de Hiroshima y demanda liderazgo global por el desarme. Aunque Japón sigue comprometido con sus principios “sin armas nucleares”, aún no ha firmado el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.
Menos de 100.000 hibakusha permanecen con vida y su promedio de edad supera los 86 años, lo que hace urgente preservar sus testimonios directos. Esta conmemoración no solo recuerda una de las tragedias más oscuras de la humanidad, sino que también lanza una alerta urgente: que jamás se repita.
Relevancia para Ecuador:
La memoria de Hiroshima es una advertencia universal para todos los países, incluido Ecuador. Un llamado a abanderar el pacifismo y reforzar la cultura de desarme a través de educación, diplomacia y generación de conciencia histórica.
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