En este nuevo año, los habitantes del sector de Chimbacalle, en el sur de Quito, volvieron a escuchar el sonido que retumbaba hace cinco años en las montañas de los Andes, cada vez que pasaban los ferrocarriles.
“Es un despertar del ferrocarril en Chimbacalle, la estación histórica más importante. El 25 de junio de 1908, Eloy Alfaro inauguró esta importante obra”, contó Jaime Páez, encargado de los trenes.
Patricio Chiliquinga visitó nuevamente a la estación de Chimbacalle, esta vez para poner en marcha la chiva ferroviaria de 1992. Tiene un motor de cummins de 5.8 centímetros cúbicos, con una capacidad para 30 personas.
Pese a que le robaron partes de sus piezas por estar abandonada, solo necesitó un poco de aceite, diesel y dos baterías para volver arrancar.
Con su funcionamiento inicia una serie de procesos para recuperar los ferrocarriles del Ecuador.
El plan es habilitar todos los trenes
Chiliquinga explicó que antes de encenderlo, repararon el motor. “Hicimos todo lo que es necesario mecánica y electrónicamente y, vea, como un reloj suizo”, indicó
Como primer paso se realizó la limpieza de los rieles entre Chiriyacu y Chimbacalle. La chiva ferroviaria se encarga de llevar a los trabajadores para hacer inspecciones de estado de los durmientes, la trocha y los rieles.
El plan es habilitar todos los ferrocarriles y garantizar su funcionamiento con recursos públicos y privados.
Los trabajadores que pusieron en marcha la chiva, lo hicieron por vocación y lo ven como un aporte para que los trenes se vuelvan habilitar.
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