El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la crisis venezolana, la seguridad y la lucha contra el crimen organizado han sido temas de la agenda regional que han marcado la conversación –pública y privada– de las delegaciones participantes a la XXIX Cumbre Iberoamericana que concluyó este viernes en Ecuador, sin una declaración oficial por falta de consenso y, por primera vez, sin la asistencia de los presidentes latinoamericanos, salvo el anfitrión.
Bajo el lema ‘Innovación, inclusión y sostenibilidad’, la cita buscaba lograr acuerdos en materia de equidad de género, acciones para luchar contra el cambio climático y el impulso a la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre otros asuntos. Pero las dificultades que enfrenta el continente de forma más inminente también ocuparon parte de las conversaciones entre las delegaciones.
Las tensiones bilaterales, las crisis diplomáticas y una creciente polarización política entre los países latinoamericanos obstaculizaron las negociaciones para avanzar hacia una declaración conjunta consensuada por los 19 países asistentes (todos los de la comunidad, excepto México, Venezuela y Nicaragua) y reflejaron las posiciones encontradas de la región en sus principales desafíos.
El regreso de Trump
“El próximo Gobierno de Estados Unidos tiene el desafío de acercarse más a América Latina y superar la política migratoria”, dijo a la agencia de noticias EFE el vicecanciller uruguayo, Nicolás Albertoni, quien sinceró que la futura presidencia de Donald Trump ha sido un tema de discusión recurrente entre las delegaciones.
“Hay una política estratégica, comercial y de cooperación. Somos parte de una América mucho más amplia”, reiteró el representante uruguayo, para quien la comunidad iberoamericana tiene “una expectativa positiva” del nuevo escenario y por eso “no hay que anticiparse” ni pronosticar “miedo o crisis”.
A pesar de las promesas de Trump de aumentar los aranceles sobre las importaciones, la subsecretaria de Exteriores chilena, Gloria de la Fuente, se mostró convencida de que no habrá cambios en los vínculos entre ambos países: “Tenemos un tratado de libre comercio desde hace más de veinte años y no tenemos expectativas de que esto cambie”.
También el canciller panameño, Javier Martínez-Acha, apuntó a mantener los “estrechos” vínculos históricos con EEUU, su principal socio comercial , “para avanzar en la relación bilateral”.
“Estamos destinados a entendernos sin importar quien gobierne en ambos países, tenemos muchos puntos de coincidencia que trascienden una administración o la otra”, añadió.
Crisis venezolana
El escenario en Venezuela a partir del próximo 10 de enero, fecha prevista para la toma de posesión del presidente, fue abordada “con preocupación” por los asistentes, según las fuentes consultadas por EFE.
Según Martínez-Acha, en el foro quedaron de manifiesto distintas “sensibilidades” sobre la crisis en Caracas, desde quienes dan por ganador al opositor Edmundo González Urrutia, a quienes no reconocen a Nicolás Maduro, pasando por los que desconocen a ambos.
“Para nosotros, Maduro es el candidato perdedor y derrotado”, aseveró el jefe de la diplomacia panameña.
Panamá junto con Ecuador, Uruguay, Argentina, Perú y Costa Rica reconocen al candidato opositor venezolano Edmundo González como ganador de las elecciones celebradas el pasado 28 de julio.
“Es difícil hablar de agenda estratégica, innovación y sostenibilidad, cuando ante nuestros ojos tenemos países que ejercen claras violaciones a los derechos humanos”, repuso por su parte el vicecanciller uruguayo.
“A veces, en este espacio iberoamericano, este tema no está en el eje del debate, pero vamos a mencionar que la defensa de la democracia y los derechos humanos tiene que estar en la conversación”, recalcó Nicolás Albertoni, quien sostuvo que si Edmundo González no asume la presidencia el próximo 10 de enero, Venezuela se convertirá en una dictadura.
En tanto, Chile, que en los últimos meses ha vivido varios episodios de tensión diplomática con Caracas relacionados con la gestión de la migración y el crimen organizado, reiteró su posición de no reconocer a ninguno de los candidatos.
“Tenemos que esperar a cómo se dan los hechos de aquí a enero para tomar nuestra posición al respecto”, insistió la subsecretaria de Exteriores chilena, Gloria de la Fuente.
Por Meritxell Freixas (EFE)
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