Un día después del triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la Reserva Federal decidió una nueva baja en la tasa de interés de referencia tras ratificar el rumbo bajista de la inflación en la potencia norteamericana.
La Fed estableció un recorte de 0,25 puntos porcentuales y fijó la nueva tasa en 4,5% – 4,75 por ciento.
Los responsables políticos de la Reserva Federal votaron unánimemente a favor de bajar el tipo de interés y señalaron que “las condiciones del mercado laboral se distienden”.
En tanto, resaltaron que “la inflación ha hecho progresos en su retorno al objetivo de 2% (…) pero sigue alta”, señaló el Comité de Política Monetaria de la Fed (FOMC) en un comunicado al término de su reunión de dos días en Washington.
Tras la decisión, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, afirmó que las elecciones estadounidenses que ha ganado el republicano Donald Trump no tendrán efecto a corto plazo en las decisiones sobre tipos de interés que tomará el regulador.
“A corto plazo, las elecciones no tendrán ningún efecto sobre nuestras decisiones políticas”, apuntó. En cuanto al largo plazo, añadió, puesto que es “bastante difícil pronosticar la economía” más allá del corto plazo, no se puede saber “cuáles serán los efectos en la economía” de las políticas de una nueva administración, afirmó sin mencionar en ningún momento el nombre de Trump.
“Específicamente, no se sabe en qué medida esas políticas serán importantes para el logro de nuestro objetivo del máximo empleo y la estabilidad de precios”, agregó.
“No hacemos conjeturas, no especulamos y no asumimos”, sentenció el presidente, que fue nombrado por el propio Trump en el año 2018 pero luego duramente criticado por subir tanto los tipos de interés ante la elevada inflación.
En principio, “es posible que las políticas de cualquier administración o las políticas implementadas por el Congreso puedan tener efectos económicos que, con el tiempo, sean importantes para nuestra búsqueda de nuestros objetivos”, siguió explicando Powell.
Tras su recorte de tipos en septiembre -el primero en más de cuatro años-, los responsables de la Fed habían previsto realizar nuevos recortes de un cuarto de punto en noviembre y diciembre, y cuatro más el año que viene. Pero ahora que la economía es sólida en su mayor parte y Wall Street prevé un crecimiento más rápido, mayores déficits presupuestarios y una mayor inflación bajo la presidencia de Trump, es menos probable que se produzcan nuevos recortes de tipos.
La elección de Trump también ha planteado el espectro de la intromisión de la Casa Blanca en las decisiones políticas de la Fed, ya que Trump ha proclamado que, como presidente, debería tener voz en las decisiones del banco central sobre los tipos de interés. La Fed ha defendido durante mucho tiempo su papel como institución independiente capaz de tomar decisiones difíciles sobre los tipos de interés, libre de interferencias políticas. Sin embargo, durante su anterior mandato en la Casa Blanca, Trump atacó públicamente al presidente Jerome Powell después de que la Fed subiera los tipos para luchar contra la inflación.
La economía está enturbiando el panorama al emitir señales contradictorias, con un crecimiento sólido pero un debilitamiento de la contratación. El gasto de los consumidores, sin embargo, ha sido saludable, alimentando la preocupación de que no hay necesidad de que la Fed reduzca los costes de endeudamiento y que hacerlo podría sobreestimular la economía e incluso volver a acelerar la inflación.
Las bajadas de tipos de la Reserva Federal suelen reducir con el tiempo los costes de los préstamos para consumidores y empresas. Sin embargo, en esta ocasión, los tipos hipotecarios cayeron en previsión de las bajadas, pero desde entonces han vuelto a subir, ya que la economía ha crecido con fuerza, impulsada por el gasto de los consumidores. Los elevados costes de los préstamos, no sólo los hipotecarios, sino también los de los préstamos para automóviles y otras compras importantes, incluso cuando la Reserva Federal está reduciendo su tipo de referencia, han planteado un reto potencial para el banco central: su esfuerzo por apoyar la economía reduciendo los costes de los préstamos puede no dar fruto si los inversores actúan para impulsar los tipos de los préstamos a más largo plazo.
La economía creció a un ritmo anual sólido, justo por debajo del 3%, durante los últimos seis meses, mientras que el gasto de los consumidores -impulsado por los compradores de rentas más altas- aumentó con fuerza en el trimestre julio-septiembre.
Pero las empresas han reducido la contratación, y muchos desempleados tienen dificultades para encontrar trabajo. Powell ha sugerido que la Reserva Federal está reduciendo su tipo de interés oficial en parte para reforzar el mercado laboral. Sin embargo, si el crecimiento económico continúa a buen ritmo y la inflación vuelve a subir, el banco central se verá cada vez más presionado para ralentizar o detener sus recortes de tipos.
(Con información de AFP y AP)
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