Las redes sociales están llenas de mucha información, buena o mala, sobre los hechos que estamos viviendo. Hay un dicho popular que dice “cuando el río suena, piedras trae”. Mucho alboroto, mensajes llenos de odio, unos alarmistas, otros creíbles, en fin, tantos. Me he visto obligado a investigar un poco y poner a trabajar mis neuronas para analizar lo que vive mi Ecuador querido. Solo con el propósito personal de entender y luego comprender posibles estrategias maquiavélicas, y así compartirles el resultado.
No me crean un conspirador, pero al analizar superficialmente la información disponible, no me suena nada bonito lo que leo, lo que veo, las conclusiones primarias a las que mi mente, me lleva. ¿Es un ataque sistemático y programado o solo pura coincidencia? ¿Quiénes están detrás? si fuese un ataque. ¿Es una conspiración? ¿Por qué inteligencia militar no actúa? ¿Está actuando y no sabemos?
El monstruo al que nos enfrentamos no es Godzilla ni Kong, este tiene seis cabezas, patas o armas letales:
Cada uno de estos seis elementos generan un impacto negativo en la economía, medida a través de la productividad, los niveles de producción y comercialización de bienes y servicios, la inflación, la atracción de inversiones, la prestación de servicios básicos, el empleo y los ingresos de los hogares.
Sin profundizar con datos matemáticos, para evitar errores cuantitativos, los efectos inmediatos se traducen en elementos de información cualitativa para una sesuda reflexión.
Si por estos elementos, la producción de bienes y servicios del país se reduce, el impacto directo se registra en el empleo, la generación de oportunidades de trabajo y los ingresos que éste genera en los hogares. Acto seguido, el consumo de los hogares decae y por lo tanto la demanda se reduce. Al haber menos ingresos, menos transacciones y menos compras de las empresas para producir, los impuestos que recauda el gobierno también se reducen. Se inicia un círculo vicioso y el bienestar, de la población en general, se verá menoscabado postergando los proyectos, sueños e iniciativas.
¿A quién le conviene una situación crítica como esta? En sano juicio a nadie. En el pensamiento maquiavélico, a los populistas que no quieren perder su oportunidad de volver a la administración de gobierno que la perdieron en franca lid en 2023. Creo que hasta ahora no lo procesan y a toda costa quieren volver.
Esta crisis integral de Ecuador bajo la administración Noboa, no parece una casualidad. Todas esas fuerzas actúan en forma unísona provocando incertidumbre y pérdida de producción lo que desestabiliza la gestión pública, suben los precios, baja la calidad de los servicios y la gente de todo el país se siente mal tratada.
¿La administración de gobierno de Noboa es inepta? o ¿Es una planeación maquiavélica de los populistas conocidos?
Automáticamente mis neuronas me llevaron a reflexionar profundamente. Tantos hechos exógenos a la administración actual llaman la atención. Los incendios forestales son un buen ejemplo, no solo fueron en Quito y sus alrededores, fue en todo el país, debidamente localizados en espacio, distancia y tiempo. Un experto en logística podría decir que es imposible controlarlos al mismo tiempo, por las distancias y la localización. No puede ser que tantas botellas de vidrio abandonadas iniciaron la llama devastadora. Creo que no fue la naturaleza, no fue casualidad.
Claro está, para algunos, que como no están gobernando, disponen de todo el dinero robado y el tiempo, para crear estas estrategias típicas de una guerrilla cubana o venezolana afectando la seguridad, la actividad empresarial, la paz ciudadana, la producción de bienes y servicios, la sensación de bienestar. Tratando de hacerles creer a los ciudadanos que con ellos estaban mejor. Recuerden que existe evidencia legal cierta de que se robaron los recursos para atender a los afectados del terremoto de Manabí y Esmeraldas. Infamia.
Al mismo tiempo distraen la atención de los temas candentes que involucran a sus cabecillas en juicios, a través de: jueces, policías, militares, funcionarios corruptos; tratando de convertirlos en presuntos culpables, e inocentes ya que tergiversan la ley a su favor gracias al financiamiento del narcotráfico. Desvían la atención de la ciudadanía hacia la falta de: energía, de agua, de medicinas, de equipamiento para bomberos. Un ejemplo claro, la nueva publicidad del alcalde Quito, que dice más o menos así. Alto al fuego en Quito, la ciudadanía, los bomberos y el Municipio, trabajando juntos por el Quito que amamos. Una ridiculez, si ustedes se creen.
¿Dónde están los políticos populistas? ¿Dónde está Leonidas Iza? ¿Dónde está la asamblea? No aparecen, ¿cierto? Solo lanzan tik toks contra la administración de gobierno culpándolos de este desastre.
Donde estuvo Muñoz cuando dieron la alerta del incendio forestal en Guápulo y en Auqui, despuecito de medio día, tipo 14 horas. El muy señor apareció después de las 19h00, indicando que las fuerzas armadas del Epiclachima llegarán el día de mañana, así como los helicópteros militares desde Taura. Si hubiese actuado con celeridad los militares habrían llegado en una hora máximo y los helicópteros hubieran llegado al caer la tarde y estaban operativos antes que caiga la noche. Un horror.
No debemos perder la memoria. Durante la década perdida 2007 – 2017, se gritaba a voz en cuello “el cambio de la matriz energética, con una inversión de más de USD 12.000 millones en hidroelectricidad”. Pues bien, donde están los resultados de esa inversión, ¿cuántos de esos proyectos están operando y entregando energía? Creo que no llegan al 40% y además se dejaron de hacer inversiones en los complejos de generación termoeléctrica.
Aclaremos, las plantas de generación hidroeléctrica se nutren de agua, agua de los ríos, que viene de los deshielos y de las lluvias, es decir el embalse acumulado permite generar energía. Si no llueve el caudal de los ríos baja y el embalse disminuye, así como la producción de energía. Por eso era importante mantener las centrales termoeléctricas activas para evitar los apagones en las épocas de estiaje. Así de simple. Según Carlos Larrea, experto ambientalista de la UASB, el sur del país se nutre de las lluvias de la amazonia peruana. Lo anticipó hace unos meses, en una conferencia internacional en Quito[1]/. Su fundamento es muy claro, la deforestación ha reducido las lluvias y el caudal del Amazonas y por tanto el peregrinaje de lluvias al callejón interandino ecuatoriano, son en un 85% dependientes de lo que suceda en la cuenca del Amazonas.
El refrán popular “por donde se peca, se paga” se aplica con contundencia. Los populistas cometieron errores tan grandes, por llenarse los bolsillos, que afectaron el abastecimiento futuro de energía a todo el país. Y tiene la desfachatez de decir que la culpa es del actual gobierno. Así mismo ese famoso libro “La culpa es de la vaca” les cae como anillo al dedo. Ellos no son los culpables, cualquiera menos ellos.
A qué nos estamos enfrentando, todos, no el gobierno, todos. La crisis que vivimos es única. Hasta San Pedro se desatendió de nosotros. Otras veces nos ayudó con prontitud y la presencia de las lluvias ayudó a resolver cuatro de los seis problemas. Pero ahora ni él se ha acordado, debe estar ocupado en otras partes del mundo.
En conclusión, no me suena a casualidad, me suena a causalidad. Es decir, esta crisis es generada por mecanismos causales, programados para crear una situación desastrosa bajo administración democrática y sembrar en la mente del ciudadano la desazón con la situación e incidir en su decisión de voto, en 4 meses y un poquito más.
Recordemos que los populistas son capaces de cualquier cosa, si el resultado final es que ellos lleguen al poder. No nos dejemos timar, estoy convencido de que no es casual la crisis de seis elementos, es causal, responde a una programación para que ocurra.
[1] / UASB. 2024. Conferencia Internacional “La integración latinoamericana hoy: Desarrollo, comercio internacional, seguridad y mitigación del cambio climático”, 22 y 23 de julio de 2024.
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