El cacao, un alimento que ha deleitado a generaciones, es mucho más que una simple delicia para el paladar, ya que se ha demostrado que esconde sorprendentes beneficios que podrían revolucionar nuestra salud cerebral. Una publicación reciente, titulada “Diet enriched with high-phenolic cocoa potentiates hippocampal brain-derived neurotrophic factor expression and neurogenesis in healthy adult mice with subtle effects on memory” (Melgar-Locatelli et al., 2024), llevada a cabo por investigadores de varias instituciones españolas, incluida la Universidad de Málaga y la Universidad de Granada, explora los efectos de una dieta enriquecida con cacao de alto contenido en polifenoles sobre la neuroplasticidad y el comportamiento cognitivo y emocional en ratones adultos. Entre los autores se encuentra María del Carmen Mañas Padilla, psicóloga clínica y doctora en Biomedicina, quien ha contribuido significativamente a este estudio, centrado en cómo los flavanoles del cacao pueden potenciar la neurogénesis en el hipocampo y mejorar la expresión de factores neurotróficos, sugiriendo posibles aplicaciones para la salud cerebral en humanos.
Es conocido por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud. Contiene una alta concentración de polifenoles, específicamente flavanoles, que han mostrado tener efectos neuroprotectores, antioxidantes y antiinflamatorios. Estos compuestos pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo y la inflamación, problemas comunes en momentos de estrés o cambios, como es la vuelta a la rutina tras un periodo de descanso o vacaciones. Pero además de estos efectos, algunos componentes del cacao, como la teobromina y la cafeína, son conocidos por mejorar la concentración y los niveles de energía, lo que puede ser clave en la adaptación al día a día.
María del Carmen Mañas Padilla nos explica a continuación en qué consiste la investigación y qué interés tiene para la población. Psicóloga clínica, doctorada en Biomedicina y profesora del Máster Universitario en Neuropsicología y Educación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
Este estudio tuvo como objetivo investigar los efectos del cacao y sus polifenoles en la neuroplasticidad del hipocampo, la función cognitiva y el comportamiento emocional. Y es que más allá de los beneficios físicos, el cacao ha mostrado tener un profundo impacto en el cerebro.
Uno de los hallazgos más interesantes es que el consumo de cacao con un alto contenido de polifenoles puede aumentar significativamente la neurogénesis en el hipocampo, el proceso mediante el cual se generan nuevas neuronas en el cerebro adulto. Este fenómeno es clave para la memoria, el aprendizaje y el bienestar emocional.
Además, se ha demostrado un aumento en la expresión de BDNF en el hipocampo, una proteína esencial para la supervivencia de las neuronas, el crecimiento dendrítico y la plasticidad sináptica, lo que refuerza aún más el rol del cacao en la mejora de la salud cerebral.
Más allá de los beneficios cognitivos, el consumo de cacao mostró tener una influencia en el comportamiento emocional. Los ratones que recibieron una dieta rica en cacao mostraron comportamientos emocionales distintos a los de aquellos que no consumieron cacao. En el “test de natación forzada“, que se utiliza para evaluar comportamientos relacionados con la desesperanza y la depresión en roedores, los ratones que habían consumido cacao redujeron su actividad física. Este comportamiento puede reflejar una estrategia de conservación de energía, lo que sugiere que el cacao podría mejorar la eficiencia en la gestión de respuestas al estrés, ayudando a los animales a conservar recursos en situaciones de desafío emocional.
Aunque el estudio fue realizado en ratones, los resultados apuntan a posibles beneficios para los seres humanos. La neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse, es esencial no solo para mantener una buena memoria y habilidades de aprendizaje, sino también para recuperarse de lesiones cerebrales y afrontar nuevos retos emocionales y cognitivos. En la vida moderna, caracterizada por el estrés constante y el impacto del envejecimiento en la función cerebral, estos procesos se vuelven aún más relevantes.
El consumo habitual de cacao, especialmente en su forma pura y con alto contenido en polifenoles, podría ser una herramienta eficaz para mantener una mente activa. En un mundo cada vez más demandante, el cacao podría ayudar al cerebro a adaptarse mejor a los desafíos, promoviendo la neurogénesis y fortaleciendo las conexiones neuronales. Estos beneficios son clave no solo para mejorar el rendimiento intelectual en el ámbito laboral o académico, sino también para mantener la claridad mental en la vida cotidiana.
Además, a medida que envejecemos, la neuroplasticidad y la capacidad de producir nuevas neuronas tienden a disminuir, lo que afecta nuestra memoria y capacidad de aprendizaje. Sin embargo, este estudio muestra que los flavanoles presentes en el cacao podrían desacelerar este proceso, proporcionando una opción natural para preservar la salud cerebral durante más tiempo.
Los efectos del cacao sobre la neuroplasticidad y el bienestar emocional tienen un amplio potencial para distintos grupos de personas. Aquellos que desean mejorar o mantener su función cognitiva, ya sea para hacer frente a las exigencias laborales o para optimizar su rendimiento personal, pueden encontrar en el cacao un aliado natural. Esto incluye tanto a estudiantes, que buscan mejorar su concentración y capacidad de aprendizaje, como a profesionales sometidos a altos niveles de estrés mental.
Además, las personas mayores, que con frecuencia experimentan una disminución en la neuroplasticidad y el deterioro de las funciones cognitivas con el paso del tiempo, también podrían verse favorecidas por el consumo regular de cacao. Dado que la producción de nuevas neuronas y la expresión de proteínas clave como el BDNF disminuyen con la edad, integrar el cacao en la dieta puede ser una estrategia efectiva para prevenir estos efectos y mantener la mente ágil y alerta.
No todos los productos derivados del cacao proporcionan los mismos beneficios. El cacao que utilizamos en nuestros estudios es de alta calidad y contiene una concentración significativa de flavanoles. Sin embargo, muchos productos comerciales, como el chocolate procesado, son sometidos a tratamientos como la alcalinización, lo que reduce notablemente su contenido de polifenoles. Por tanto, para aprovechar los beneficios neuroprotectores, antioxidantes y antiinflamatorios, es recomendable consumir cacao puro o mínimamente procesado, que preserva mejor sus propiedades bioactivas.
En definitiva, el cacao, en su forma más pura, se revela como mucho más que un simple placer indulgente; se presenta como una herramienta poderosa para mejorar tanto la función cerebral como emocional. Sus componentes, como los flavanoles, polifenoles y la teobromina, trabajan en sinergia para ofrecer beneficios que superan lo que un solo compuesto podría lograr.
En este contexto, el cacao podría ser una clave natural para optimizar nuestra salud cerebral en la vida diaria, mejorando tanto la memoria como la capacidad para enfrentar los desafíos emocionales y cognitivos. A medida que valoramos cada vez más la salud mental y cognitiva, los hallazgos sobre el cacao subrayan su potencial como un remedio natural crucial para mejorar nuestra calidad de vida.
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