Los alrededores del Congreso de la Nación se convirtieron en un campo de batalla en el que chocan manifestantes y fuerzas de seguridad, desde minutos antes de las 16 horas de este miércoles 12 de junio. Organizaciones sociales, piqueteras, de izquierda, peronistas, de derechos humanos, asambleas barriales y sindicatos se manifiestan en rechazo a la Ley Bases que se debate en el Senado. El objetivo es presionar a los parlamentarios para que rechacen la iniciativa del Poder Ejecutivo.
Los enfrentamientos más fuertes tienen lugar en el frente del edificio del Congreso. Un automóvil prendido fuego, gases, y proyectiles volaron en todo sentido, frente a la Plaza de los Dos Congresos. La policía disparó balas de goma, gas pimienta y utiliza los camiones hidrantes para dispersar a los activistas que atacaron el vallado. Durante más de una hora, las esquinas de Callao y Rivadavia, por un lado, y Entre Ríos e Yrigoyen, por otro, fueron un verdadero polvorín.
La policía Federal, Gendarmería Nacional, PSA y 600 efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, sostenían el operativo, mientras decenas de militantes de partidos de izquierda arrojaban en forma sostenida piedras, palos y botellas y bombas molotov.
El automóvil que fue prendido fuego pertenecía a Cadena 3, el medio de comunicación de la provincia de Córdoba que llegó a la Ciudad de Buenos Aires para cubrir la sesión en el Senado.
Cerca de las 17 horas, el reporte de las fuerzas de seguridad daba cuenta de un sólo detenido en el marco de los incidentes. No obstante, las imágenes reflejaban una lucha cuerpo a cuerpo entre la policía, en la que volaron proyectiles de todo tipo. En la zona, el aire se tornó irrespirable como consecuencia de los gases que utilizó la policía para disuadir las agresiones de los activistas, que tuvieron como objetivo interrumpir la sesión en la que se discute la Ley Bases.
Los incidentes fueron una continuidad de lo que había ocurrido cerca del mediodía, cuando manifestantes habían logrado cortar el tránsito sobre avenida Callao. En ese primer momento fueron desalojados por la policía, en una maniobra que terminó con un detenido y cinco diputados opositores, que eran parte de la manifestación, heridos por gases lacrimógenos. Se trata de Eduardo Valdés, Carlos Castagnetto, Leopoldo Moreau, Juan Manuel Pedrini, Carolina Yutrovic y Luis Basterra. De esa nómina, Castagnetto debió ser hospitalizado. Dos horas después, los disturbios regresaron.
En el mismo sitio, las activistas comenzaron a arrojar piedras y bombas molotov contra el cordón montado por la policía. La respuesta fue contundente: el camión hidrante buscó disuadir a los manifestantes y se escucharon detonaciones. La tensión invadió la escena, mientras volaban cascotes, baldosas y objetos contundentes.
Mientras los incidentes no cesan, en el recinto de la Cámara de Senadores continúa el debate del mega proyecto que el Gobierno busca aprobar durante este jornada, aunque los senadores no son ajenos a los incidentes y varios de ellos mocionaron para interrumpir el debate dados los incidentes que ocurren en las inmediaciones del palacio legislativo.
La palabra de los jefes del operativo
“Los jefes a cargo de cada una de las posiciones están delante. En posición de alerta. La orden es no responder las provocaciones pero sí hacer cumplir el protocolo”, le explicaron a Infobae desde el ministerio de Seguridad. Después de los incidentes se tomó la decisión de vallar por completo la intersección de Callao y Rivadavia para evitar que otras columnas se sumen a los que ya habían enfrentado con la Policía Federal. Lo mismo ocurre en otros puntos de la Plaza Congreso. La idea es entorpecer el acceso a otros manifestantes que ahora deberán dar la vuelta y caminar por Solís e ingresar desde Hipólito Yrigoyen.
“El operativo represivo solo ratifica lo que venimos denunciando. Qué dentro de la Cámara de Senadores se aprestan a votar una ley que es completamente anti pueblo y de saqueo”, le dijo la diputada de la Ciudad de izquierda Celeste Fierro quien después de enfrentarse a la policía adelantó que su organización y piqueteros de izquierda, encabezados por el Polo Obrero “nos vamos a quedar si es necesario hasta la madrugada para evitar que los senadores y senadores vendan a la patria”. “Fue una provocación armada”, opinó el diputado de izquierda Nicolás del Caño.
En diálogo con este medio, desde el Comando Unificado allegados a la ministra Bullrich afirmaron que la decisión del Ministerio de Seguridad es hacer cumplir el protocolo pero, además, que el legítimo derecho al reclamo se desarrolle sin incidentes. “Que no se les ocurra tirar una piedra, levantar una baldosa, porque no, hay límites”, había advertido Bullrich al ser consultada por Infobae.
Pasadas las tres de la tarde la tensión bajó, sobre el asfalto quedaron piedras, botellas de agua congelada y los restos de vidrios de envases que los piqueteros arrojaron sobre Gendarmería, Prefectura y efectivos de la Policía Federal. Ese momento de distensión fue aprovechado por los jefes del operativo para armar un segundo vallado, a cien metros de Rivadavia y Callao para circunscribir al grupo más violento.
Cómo apoyo a los grupos de infantería, los camiones hidrantes se posicionaron frente a la Plaza de Congreso. Los grupos más violentos están sobre el vallado desplegado más temprano sobre el frente de la plaza ubicado de manera paralela a la venida Entre Ríos. Poco antes de las 15.45, y después de una andanada de piedras y adoquines uno de los hidrantes actuó para hacer retroceder a los manifestantes. Uno de los agentes resultó herido. Fue el preludio de los disturbios serios que ocurrieron una hora después.
La orden del Comando Unificado es que las columnas no rompan el cerco. Tienen información que grupos extremos intentan llegar al Palacio Legislativo para arrojar objetos contundente contra los ventanales. Pasadas las 16.30 ese escenario finalmente se cumplió.
Las inmediaciones del Palacio Legislativo están valladas y se reforzó la seguridad en el interior del Congreso y los accesos al lugar. En el operativo intervienen cuatro fuerzas federales: Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Gendarmería, Prefectura y Policía Federal Argentina (PFA). Están apoyadas por la infantería, grupos especiales y brigadas motorizadas. Cinco camiones hidrantes encabezan el despliegue.
Como lo hicieron en otras oportunidades, los piqueteros y movimientos sociales llegaron hasta las inmediaciones de la Plaza Congreso, frente al parlamento, en transporte público. Desde temprano, los grupos más pequeños empezaron a reunirse en estaciones de subtes y trenes como Liniers, Once, Lima, Retiro y Constitución, entre otras. Los grupos sindicales, en cambio, llegaron a los puntos de encuentros, a lo largo de la Avenida 9 de Julio en micros de larga distancia y se retiraban de inmediato para evitar ser sancionados al estar mal estacionados.
Todas las organizaciones que integran la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) la Corriente Clasista y Combativa (CCC). el Movimiento Evita y Barrios de Pie fueron los movimientos sociales que organizaron la protesta desde temprano.
También los gremios que integran la CGT, como camioneros, las dos CTA, la Asociación de Trabajadores del Estado, sectores kirchneristas, intendentes peronistas; funcionarios de la gobernación bonaerense de Axel Kicillof.
El Polo Obrero, el MST, FOL, Nuestra América, el Bloque Nacional Piquetero y el MST-Teresa Vive también dijeron presentes en la protesta que originó los disturbios.
Texto original de Infobae
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