Desde el lunes en la noche, un generador de 96 megavatios de la central Enrique García entró en funcionamiento, aliviando la presión sobre las hidroeléctricas de Paute al regular los niveles de los embalses de Mazar y Amaluza.
Al momento de su activación, el embalse de Mazar se encontraba a 2 123 metros sobre el nivel del mar. Tras 41 horas fuera de operación, su nivel aumentó hasta alcanzar los 2 125 metros, superando el mínimo de seguridad de 2 115 metros. La central Mazar volvió a generar a las 14 horas de este miércoles, produciendo 130 megavatios.
El período en que Mazar estuvo inactiva también permitió regular el embalse de Amaluza de la central Paute Molino, ubicada aguas abajo. Su nivel se mantuvo en 1 985 metros sobre el nivel del mar, aunque dejó de funcionar durante 15 horas.
El aumento del caudal del río Paute ha sido crucial para mantener el embalse de Mazar diez metros por encima de su nivel mínimo. En mayo, el caudal promedio ha sido de 83 metros cúbicos, el más alto del año y 42 metros cúbicos más que en marzo, el momento más bajo.
La oferta de energía eléctrica del país está mejorando gradualmente, gracias al aumento de caudales en los ríos, la recuperación parcial de la producción térmica en un 31% y la importación de electricidad de Colombia, que cubre el 6% del consumo diario.
Texto original de Ecuavisa
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