El anuncio de Kylian Mbappé de que dejará el Paris Saint Germain y se irá de Francia al final de esta temporada sella el final de una complicada relación con el club parisino, que terminó de manera muy delicada con una grada que le reprocha sus veleidades con otros clubes y su frialdad con los aficionados.
Mbappé comunicó su decisión en un vídeo divulgado en sus redes sociales, de algo menos de cuatro minutos, y aunque todavía le quedan algunas semanas en la disciplina del club, hasta el 30 de junio, el anuncio cierra definitivamente cualquier posible especulación sobre su continuidad.
El PSG y su estrella aún pueden lograr un último trofeo, la Copa de Francia cuya final disputan el próximo día 25 ante el Lyon, pero las cartas ya están echadas y el atacante estrella jugará en otro club -que no desveló- y otra liga a partir de la próxima temporada.
Mbappé ha sido el máximo jugador de la historia del PSG y el mayor goleador de la liga francesa en seis de las siete temporadas que ha estado en París, pero se va con la espina clavada de no haber podido lograr la Liga de Campeones, tan ansiada por la propiedad catarí del club.
La intensa afición parisina está dividida entre quienes lamentan perder a un jugador de su talla, de un nivel que tardarán años en volver a ver, o los que piensan que sus dudas sobre seguir o continuar han perjudicado al club
El de Mbappé ha sido un adiós por etapas. El pasado verano señaló a la directiva que no deseaba prolongar su contrato, que concluye el próximo 30 de junio, por lo que el club le apartó temporalmente de la disciplina de la primera plantilla.
La estrella del PSG pasó buena parte de la pretemporada entrenando con los jugadores con los que no contaba el técnico Luis Enrique y a los que la dirección quería forzar a salir del club.
Finalmente, Mbappé volvió con la primera plantilla tras -según se informó entonces porque no hubo anuncio formal- alcanzar un acuerdo verbal con Al Khelaifi por el que no se iría gratis y dejaría algún tipo de ingreso al club.
El pasado 13 de febrero, el jugador comunicó a Al Khelaifi que no renovaría, algo que filtró el propio club, y desde entonces no había habido nuevas noticias.
El jugador, preguntado en las ruedas de prensa con el club y con la selección francesa, dijo siempre que realizaría anuncios cuando llegara el momento, y también anticipó que su futuro estaría resuelto antes de la Eurocopa, que comienza el 14 de junio, para poder centrarse en la selección francesa.
Y el momento llegó este viernes, cuando publicó un vídeo de casi cuatro minutos en sus redes sociales, en el que anunció: «No voy a renovar y terminaré mi aventura en las próximas semanas. Jugaré mi último partido en el Parque de los Príncipes el próximo domingo».
También reconoció a los aficionados que no es «el jugador más expresivo, que no he estado al nivel del cariño que me habéis mostrado durante estos siete años». Y es que jugadores menos dotados ha calado más hondo en el corazón de la grada parisina, como el brasileño Raí o el portugués Pauleta.
Durante estos últimos meses, el técnico del PSG, el español Luis Enrique Martínez, ha dejado en ocasiones a Mbappé en el banquillo, o le ha sustituido pronto, y lo ha justificado en su objetivo de que el equipo se acostumbrara a jugar sin su gran estrella.
Esta última y complicada temporada en el equipo parisino cierra el contrato de dos años que Mbappé firmó, para sorpresa general, en 2022.
Con su contrato inicial de cinco años a punto de expirar, y con el Real Madrid -el equipo que siempre ha suspirado por él- llamando a sus puertas, Mbappé rechazó al que a la postre sería campeón de Europa para intentar con el PSG un nuevo asalto a la Liga de Campeones.
Se habló entonces de presiones del propio Emmanuel Macron, con una llamada del presidente al jugador, o del gran objetivo de que Mbappé llegara al Mundial de Catar de ese año todavía como integrante del equipo de propiedad catarí.
El caso es que Mbappé firmó el contrato más elevado jamás logrado por un futbolista, por dos temporadas más una tercera opcional que el jugador no ha ejercido.
Las cifras eran mareantes: Una ficha de 72 millones de euros brutos al año, según la prensa francesa, más una prima de renovación de 180 millones, pagaderos en tres plazos, además de una prima de fidelidad que recibiría al final de cada mercado estival si seguía en el club.
Si Mbappé hubiera ejercido la opción para la tercera temporada, habría recibido un total de unos 630 millones de euros brutos.
Ahora, queda por ver si Kylian Mbappé cumple su acuerdo verbal con Al Khelaifi para no irse gratis del club. Dado que se marcha al final de su contrato no habrá traspaso, por lo que podría renunciar a parte de las cantidades debidas o enviar al PSG parte de la prima de fichaje que parte con su nuevo equipo.
Esa multimillonaria renovación de 2022 llegó por sorpresa, cuando existía el convencimiento de que el jugador no renovaría para fichar por el Real Madrid.
Anteriormente, el jugador había manifestado su interés en pasar al equipo blanco, que en el verano de 2021 ya realizó una oferta de 180 millones de euros -aumentada a 200 según varias filtraciones- por un jugador al que solo le quedaba un año de contrato.
Sin embargo, el PSG, apoyado por el dinero de Catar, no está acostumbrado a desprenderse de los jugadores con los que cuenta. EFE
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