La Policía de Rusia ya lleva arrestadas a 125 personas en lo que va de este viernes, en el marco del funeral del activista opositor de Vladimir Putin, Alexei Navalny. La cifra fue difundida por la ONG OVD-Info, que se especializa en las detenciones y violaciones de derechos en el país, y denunció que se trata de una estrategia para “intimidar a activistas y seguidores de Navalny”.
La mayoría de los arrestos se dieron en Novosibirsk, Ekaterimburgo y Moscú, con 14, 10 y seis personas, respectivamente. Asimismo, se registraron detenciones en Voronezh, Kazán, Nizhni Nóvgorod, Vladikavkaz, San Petersburgo, Ulán-Udé y Sochi e, inclusive, entre quienes se movilizaban desde diversas ciudades del país hasta la capital para asistir al sepelio.
En sus redes sociales, la ONG difundió imágenes de las Fuerzas de Seguridad llevándose a las personas, incluso en el clima de paz en el que se desarrolló todo el evento.
Entre los detenidos se pudo identificar al vicepresidente de la filial moscovita del opositor partido Yábloko, Andréi Mórev, quien fue abordado por los agentes de la policía en la estación Máriino del metro. Asimismo, se conoció el arresto del ex vicepresidente del movimiento PARNAS, Mikhail Schnéider, en la estación Liublinó. En su caso, la Policía sostuvo que “se parecía a un hombre declarado en búsqueda y captura”.
Pavel Sichev, asesor del opositor Boris Nadezhdin, cuya candidatura a las presidenciales fue rechazada por la Comisión Electoral, fue otro de los detenidos.
En tanto, el pueblo ruso también fue víctima de esta ola de arrestos por el simple hecho de participar del funeral y manifestar su oposición al Kremlin. “¿Quién mató a Navalny?”, “Rusia será libre”, “Rusia sin Putin” y “Alexei estamos contigo”, son algunas de las consignas que se oían en el cementerio y en las inmediaciones, que se llenaron de carteles y flores.
“Navalny era la conciencia de la nación y, aunque tengo miedo, he elegido la conciencia sobre el miedo y por eso estoy aquí”, dijo Svetlana, una mujer de 65 años que se acercó para asegurarse de que el legado de Navalny no muera.
“Era buena persona y no solo buen político, la gente lo seguía porque no sólo decía la verdad sino que creía en lo que decía”, sumó otro vecino de Moscú.
Las filas para despedirse del opositor se extendieron por varios kilómetros, en escenas que desde hacía años no se veían en el país. No obstante, el funeral duró tan sólo 20 minutos ya que las autoridades religiosas de la iglesia de Máriino se vieron “presionadas” para acortar la ceremonia, lamentaron seguidores allí presentes. Inclusive, la mayoría de los congregados en el templo ni siquiera pudieron ingresar.
Tras esta instancia, el féretro con el cuerpo fue finalmente trasladado al cementerio de Borísov para ser enterrado.
La muerte de Navalny, el pasado 16 de febrero, conmocionó a la sociedad rusa y a la comunidad internacional en general, que no dudaron en apuntar contra Putin por su fallecimiento y exigieron una investigación independiente que permita esclarecer las condiciones de su deceso así como definir responsabilidades y hacer justicia.
Texto original de Infobae
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