Se entiende a la memoria como la capacidad de los seres humanos para aprender, evocar y almacenar la información aprendida. Cuando aparecen algunas fallas para recordar, suelen ser una manifestación de problemas de atención o de evocación de la información. Es normal tener una pérdida leve de memoria a medida que se envejece.
Sin embargo, también puede ser un síntoma de la llamada “enfermedad de la memoria”, el Alzheimer, porque en su forma más típica empieza por olvidos. Cualquier falla de esta capacidad suele ser una preocupación. Pero es importante distinguir entre los olvidos cotidianos, debido al paso de los años, de los patológicos, que pueden evidenciar una enfermedad.
La demencia es el resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro, según define la Organización Mundial de la Salud (OMS). Afecta diferentes dominios cognitivos como la memoria, el lenguaje, las funciones ejecutivas, y el comportamiento. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia en adultos mayores.
“Cerca de 55 millones de personas padecen demencia en el mundo y de ellos el 60% al 70% tienen la enfermedad de Alzheimer”, indicó Leonardo Palacios Sánchez, profesor de neurología de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, Colombia. Siguiendo con estas cifras, para 2050 se podrían esperar un número cercano a los 145 millones de personas afectadas en todo el mundo, afirman desde el Ministerio de Salud y Protección Social colombiano.
Esta entidad explica que si bien es cierto que el principal factor de riesgo asociado al desarrollo de demencia es la edad avanzada, cada vez se viene prestando más atención a estrategias de prevención ambiental como marco de acción.
Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, recomendó para la prevención: “Mantener estilos de vida saludables, estar activos física, social e intelectualmente y consultar tempranamente a los servicios de salud en caso de presentar fallas en la memoria, el lenguaje o el comportamiento después de los 50 años”. Dentro de estas estrategias, la nutrición juega un papel fundamental.
En tanto, la Asociación Colombiana de Neurología afirma que la nutrición es muy importante para la salud en general, pero también lo es para la función cerebral. “Nuestro cerebro, como cualquier otra parte de nuestro cuerpo, necesita alimentarse. Algunos de los nutrientes esenciales para el cerebro son:
¿Cuáles son las mejores vitaminas para la memoria?
Para que el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo del cuerpo se lleve a cabo de manera adecuada es necesario tener una alimentación en la que se incluyan las 13 vitaminas esenciales: las vitaminas A, C, D, E, K y los ocho tipos de vitamina B.
Entre ellas, la que se destaca por aportar los nutrientes esenciales para el cerebro y prevenir el deterioro cognitivo es la vitamina B.
De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra en España, “las vitaminas B1, B6 y B12 tienen funciones clave en el funcionamiento del cerebro y, cuando no se ingieren en cantidades suficientes, producen enfermedades neurológicas graves. La deficiencia de vitamina B12 causa anemia (con los síntomas normales de fatiga y apatía), puede producir trastornos de memoria y problemas de los nervios causando hormigueos y trastornos de sensibilidad”.
Y agrega en su portal: “En el cerebro, el déficit de vitamina B1 puede causar enfermedades como la encefalopatía de Wernicke, que se caracteriza por un trastorno de memoria grave”.
En conversación con el portal CNBC, la psiquiatra y nutricionista de la Universidad de Harvard Uma Naidoo aseguró que la vitamina B es la mejor para combatir el envejecimiento del cerebro, ya que contribuye a mantenerlo joven y saludable.
Por lo tanto, una nutrición rica en los ocho tipos de vitamina B es fundamental para la mejora de la memoria, la concentración y el rendimiento intelectual, así como para prevenir los trastornos de la memoria.
Por otro lado, un estudio llevado a cabo por el Instituto Hotchkiss del Cerebro, de la Universidad de Calgary en Canadá en colaboración con la Universidad de Exeter en Reino Unido, determinó que la vitamina D ayuda a prevenir la demencia.
Desde el Instituto, el investigador Zahinoor Ismail habló de “resultados contradictorios” aunque existe una evidencia de que “la vitamina D tiene efectos sobre el cerebro” especialmente si se suministra en una situación “temprana, antes del inicio del deterioro cognitivo”.
¿Qué alimentos tienen vitaminas para la memoria?
Los alimentos que contienen altos niveles de vitaminas B12, según la Clínica Mayo son: “productos de origen animal, como el pescado, la carne magra, la carne de ave, los huevos y la leche semidescremada y descremada. Los cereales fortificados para el desayuno también son una buena fuente de vitamina B-12 y de otras vitaminas B”.
Texto original de Infobae
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