Este miércoles, en un mensaje grabado transmitido por cadena nacional, el nuevo mandatario argentino anunció la firma de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que incluye más de 300 medidas para desregular la economía, de las que nombró 30.
“Hoy comenzamos formalmente el camino de la reconstrucción”, dijo el mandatario, que se describe como libertario y que asumió la presidencia del país hace menos de dos semanas con el objetivo de reducir de forma drástica el tamaño del Estado.
El texto del decreto tiene 83 páginas y contiene 366 artículos. En el segundo de ellos establece la “desregulación del comercio, los servicios y la industria en todo el territorio nacional”, al tiempo que otorga al Estado la facultad de promover “un sistema económico basado en decisiones libres”.
Además, se indica que “quedarán sin efecto todas las restricciones a la oferta de bienes y servicios, así como toda exigencia normativa que distorsione los precios de mercado, impida la libre iniciativa privada o evite la interacción espontánea de la oferta y de la demanda”.
En un discurso leído, Milei señaló al déficit fiscal como el responsable de los males que han aquejado a la economía de su país durante el último siglo y atribuyó el origen de este a los políticos que han aplicado una “receta” equivocada.
“Argentinos, hoy es un día histórico para nuestro país después de décadas de fracaso y empobrecimiento y anomalías”, dijo antes de pasar a enumerar 30 medidas concretas entre las que se incluye la derogación de numerosas leyes y controles que, desde su punto de vista, constriñen la economía.
De esta forma, Milei espera revertir la difícil situación que atraviesa la economía argentina, con una inflación de tres dígitos, el agotamiento de sus reservas internacionales y un déficit que, según el mandatario, equivale a 15% del Producto Interior Bruto.
El mandatario ofreció su discurso desde el Salón Blanco de Casa Rosada y flanqueado por todos sus ministros.
Nada más terminar la alocución presidencial, en numerosos puntos de Buenos Aires y su provincia empezaron a escucharse cacerolazos de protesta y cientos de ciudadanos marcharon por las calles de la capital argentina en dirección al Congreso.
Más privatización, menos controles
Al amparo de la declaración de necesidad y urgencia, el gobierno ordenó la derogación de numerosas leyes incluyendo la de alquileres, de abastecimiento, de promoción industrial y de promoción comercial, entre otras.
Las medidas también prevén convertir las empresas del Estado en sociedades anónimas, de forma de abrir el camino para su privatización. En el caso de Aerolíneas Argentinas, se establece una autorización para la cesión total o parcial del paquete accionario.
En términos de liberalización, el decreto incluye la adopción de una política de cielos abiertos, modificar el Código Civil y Comercial para fortalecer el principio de libertad contractual entre las partes y asegurar que las obligaciones en moneda extranjera sean canceladas en la moneda pactada, entre otras cosas.
También se buscará facilitar el comercio internacional a través de la reforma del Código Aduanero.
Otra área sometida a reforma es la medicina privada, así como el régimen de empresas farmacéuticas, entre las que se quiere incentivar la competencia con miras a reducir costos.
También se elimina el monopolio de la agencias de turismo y se apunta hacia la desregulación de los servicios de internet satelital para permitir la entrada de nuevas empresas como Starlink, propiedad de Elon Musk.
El decreto firmado por Milei establece que la declaración de emergencia económica se extenderá por un plazo de dos años y, en consecuencia, el gobierno estará habilitado para reformar por decreto numerosas leyes.
Cacerolazos de protesta
Según señala el diario argentino La Nación, desde hace días la nueva presidencia “marcaba una diferencia” entre lo que fueron las medidas económicas de “emergencia” dadas a conocer el martes 12 de diciembre por el titular de Hacienda, Luis Caputo, y el “plan real” de Milei, que consideran es el decreto anunciado este miércoles y también el paquete de leyes que se enviará próximamente al Congreso.
La publicación del decreto en el Boletín Oficial estaba prevista para la medianoche.
Según indicó la organización no gubernamental Chequeado, el DNU es una herramienta constitucional que le permite al presidente legislar en circunstancias excepcionales, aunque su uso está prohibido en materia penal, tributaria, electoral o de régimen de los partidos políticos.
“El Congreso puede rechazar un DNU con el voto mayoritario en cada una de las cámaras. Si sólo una de ellas lo aprueba, el decreto es válido, al igual que si no es tratado por alguna. Mientras esto ocurre, un DNU tiene vigencia”, informó en su sitio en internet.
También hubo casos en los que la Corte Suprema de Justicia invalidó DNUs por considerar que, en realidad, no había urgencia, por lo que la batalla contra las medidas decretadas por Milei también podría tener lugar en los pasillos de los tribunales.
Estaba previsto que el discurso presidencial se emitiera a mediodía del miércoles, pero, según La Nación, se decidió postergar la emisión por la alta tensión que había en el centro de la ciudad de Buenos Aires a raíz de la movilización de grupos piqueteros y movimientos sociales que convocaron marchas para recordar, como cada 20 de diciembre, a las víctimas de la violenta represión que marcó el final del gobierno de Fernando de la Rúa en 2001.
Nada más terminar la transmisión del discurso del presidente argentino, en distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires y su provincia empezaron a sonar cacerolazos de protesta y en las calles también los automovilistas con sus bocinas expresaban su malestar.
Cientos de ciudadanos marcharon hacia el Congreso a última hora de este miércoles y otros se autoconvocaron en las esquinas de sus barrios.
“Un decretazo en un día sensible para los argentinos”
Análisis de Verónica Smink, periodista de BBC Mundo en Buenos Aires
En algunos barrios de la capital se oyeron cacerolazos tras los anuncios de Milei, una típica forma de protesta de los argentinos.
La cadena nacional del presidente se conoció pocas horas después de que el gobierno libertario enfrentara su primera marcha en las calles, apenas 10 días después de asumir.
Y se produjo en un día sensible para muchos argentinos, ya que el 20 diciembre se conmemoran los muertos en las protestas de 2001, que llevaron a la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa.
El “decretazo” de Milei -como lo apodaron varios medios locales- modifica o deroga unas 300 leyes vigentes hoy y traerá cambios radicales en sectores tan diversos como el inmobiliario, el de supermercados, el turismo, la venta de automóviles, la medicina y el campo laboral.
Según el gobierno, los cambios eliminarán burocracias y trabas que le hacen la vida más difícil a los argentinos, y ayudará a impulsar a sectores económicos hoy postergados, modernizando al Estado.
Para los críticos, la desregulación de la economía beneficiará a los empresarios y dejará desamparados a quienes ya no contarán con la protección de las regulaciones estatales.
Algunos también han cuestionado la legalidad de las propuestas y legisladores de la oposición criticaron a Milei por “saltearse” al Congreso y modificar y derogar normas sin un debate parlamentario.
Es probable que quienes se sientan perjudicados por los cambios lleven sus reclamos antes los tribunales, que podrían tener la palabra final sobre la viabilidad de muchas de las propuestas.
Aún falta que el flamante presidente dé detalles sobre el paquete de leyes que planea enviar al Congreso, y que serán la pata final de su llamado “plan motosierra” para cambiar a Argentina.
Las 30 medidas de desregulación anunciadas por Milei
Con información de BBC Mundo
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