La orquídea ‘Lepanthes inesmanzanoae’ es una nueva especie descubierta en la cordillera de Toisán, unos montes subtropicales al noroeste de Quito, que no solo ha supuesto un hallazgo científico importante, sino que ha encendido una luz de esperanza para conocer la rica biodiversidad andina.
La nueva especie de orquídea, presentada el jueves 16 de noviembre en Quito, se distingue por sus pétalos aterciopelados, con el lóbulo inferior más corto, triangular y atenuado; el apéndice agudo y triangular, y el estigma bilobado (con dos lóbulos).
Fue descubierta tras dos años de investigación en la reserva del río Manduriacu, una región montañosa en la transición de los Andes hacia la costa ecuatoriana, y fue bautizada en honor a Inés Manzano, una reconocida activista y abogada que ha aportado en el campo de las leyes ambientales y en acciones en torno a la concienciación sobre el cambio climático.
Y fue justamente Manzano quien, durante la ceremonia de presentación de la nueva orquídea, destacó la importancia del descubrimiento en un momento en que la desaparición de especies se ha acentuado en el mundo.
«La biodiversidad está en peligro crítico, hay una ola masiva de extinción de especies y no reconocemos su importancia y su uso. Luego de ver todo esto, encontrar personas dedicadas a estudiar e investigar esa biodiversidad es una luz de esperanza» para el mundo, apostilló la jurista.
En el proceso de investigación y descubrimiento de la nueva especie de orquídea se encuentran las fundaciones EcoMinga y EcoTonos, el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), la Universidad de Las Américas (Ecuador) y la Universidad de Caldas (Colombia).
El director de Ecominga, Marco Monteros, afirmó que el trabajo conjunto de las instituciones ha permitido estudiar y proteger la biodiversidad en lugares con alta carga de especies endémicas y hasta únicas, como es el caso de la cordillera del Toisán.
«El tema de la conservación hoy en día es un reto muy grande. Las decisiones que hay que tomar para saber cómo y qué se debe conservar se deben sostener en la investigación y en la ciencia», afirmó Monteros.
Diego Inclán, director ejecutivo del Inabio, explicó que descubrir una especie nueva no es una tarea fácil, porque se requiere de mucho tiempo de investigación en el territorio, en la biblioteca y en los laboratorios.
«Este año hemos descubierto más de treinta especies de animales y plantas, es algo minúsculo en comparación a lo que existe en nuestro territorio», detalló el director de Inabio, un instituto estatal dedicado a conocer y proteger la biodiversidad en Ecuador.
El estudio sobre la nueva orquídea también ha permitido encontrar nuevas localidades de especies ya descritas en el país como ‘Lepanthes acrogenia‘, ‘Lepanthes elata‘, ‘Lepanthes quadricornis‘ y ‘Lepanthes ricaurtensis‘, precisó el Inabio.
La Cordillera del Toisán está ubicada en una zona de transición entre los ‘hotspots’ (enclaves estratégicos) del Choco Andino y los Andes Tropicales, considerados entre los puntos de mayor concentración de biodiversidad en el mundo.
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