El Gobierno reaccionó con sorpresa al anuncio de las autoridades de Estados Unidos que apuntaron a que Colombia y Ecuador formarían parte de una presunta ruta para el tráfico de fentanilo, una droga que ha convertido en «zombis» a los consumidores de esta sustancia.
El ministro del Interior, Juan Zapata, rechazó esta aseveración y dijo que, si bien se han encontrado ampollas de fentanilo, esto no supone que haya evidencias de que el país forme parte de una supuesta ruta de tráfico de esa droga.
También hizo una diferenciación entre el clorhidrato de fentanilo, que es usado como una potente sustancia psicotrópica, con el citrato de fentanilo, que tiene usos médicos para enfermedades terminales, como puede ser el cáncer.
El jefe antinarcóticos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Todd Robinson, afirmó que se había detectado que Colombia y Ecuador también participaban en la producción o tráfico de fentanilo, además de México.
«Estas declaraciones nos han tomado de sorpresa», dijo Zapata. Por ello explicó que las unidades antinarcóticos del Ecuador detectaron un solo caso de clorhidrato de fentanilo. Se trata de una operación que se realizaba de Colombia a Chile y que Ecuador había recibido información.
Se trata de «un caso de 107 ampollas de esta droga» en una «entrega controlada de Colombia a Chile«, afirmó el ministro. También comentó que se han presentado dos casos con 21 ampollas de citrato de fentanilo para uso médico.
«No tenemos evidencia que Ecuador tenga ruta de este tipo de drogas sintéticas«, insistió Zapata y comentó que Ecuador es considerado el tercer país en el mundo con mayor volumen de incautaciones de drogas.
No obstante, Zapata dijo que Ecuador se mantendrá alerta ante la posibilidad de que el fentanilo intente ingresar en el país, pues aseguró que las organizaciones del crimen organizado siempre buscan nuevas rutas para el contrabando de sustancias ilegales.
Agentes de la Policía Nacional decomisaron fentanilo y otros fármacos que pretendían ser comercializados clandestinamente en una de las bodegas de La Bahía de Guayaquil. Así lo informó la institución el pasado 19 de septiembre del 2023.
Durante la operación ‘Centinela II’, las autoridades hallaron siete ampollas de este opioide peligroso, 50 veces más adictivo que la heroína.
Además, en las investigaciones se descubrió que en este lugar se almacenaban fármacos que ingresan de contrabando por la frontera sur. Estas sustancias eran comercializadas en el mercado negro, sin ningún tipo de receta.
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