Manchester City se coronó este sábado campeón de la Liga de Campeones de Europa. El elenco Ciudadano conquistó por primera vez el máximo torneo de clubes del Viejo Continente al derrotar 1 a 0 a Inter de Italia en la final disputada en el estadio Olímpico Atatürk, en Estambul, Turquía. El español Rodri, a los 68 minutos, anotó la conquista de la consagración.
El conjunto dirigido por el catalán Josep Guardiola contó con los argentinos Julián Álvarez, integrante del seleccionado argentino campeón del mundo en Qatar 2022, y Máximo Perrone. Ambos observaron el juego desde el banco de suplentes. Por su parte, Lautaro Martínez formó parte del 11 inicial del nerazzurro. Mientras que Joaquín Correa estuvo entre las alternativas de recambio.
De esta manera, el City se adueñó de la triple corona en la temporada 2022/23. Se consagró campeón de la Premier League inglesa, de la FA CUP y la Champions. Además se desquitó de la final perdida en 2021 ante el Chelsea de Inglaterra, por 1 a 0.
El conjunto Ciudadano eliminó en su camino a la gloria a Leipzig de Alemania, Bayern Munich de Alemania y Real Madrid de España, con la curiosidad de que no perdió ningún partido y finalizó invicto con 8 triunfos y 5 empates.
En el transcurso del partido, el equipo británico no justificó el favoritismo asignado pero al final se hizo con el triunfo que aseguró un cierre de campaña soñado tras la conquista de la Premier League y la FA Cup.
El Manchester City, que festejó el 14° título en la era Guardiola, se convirtió en el 23° club campeón del fútbol europeo después de Real Madrid (14), Milan (7), Bayern Múnich (6), Liverpool (6), Barcelona (5), Ajax (4), Inter, (3), Manchester United (3), Juventus (2), Benfica (2), Chelsea (2), Nottingham Forest (2), Porto (2), Borussia Dortmund (1), Hamburgo (1), Celtic Glasgow (1), Olympique de Marsella (1), Steaua Bucarest (1), Aston Villa (1), PSV Eindhoven (1), Feyenoord (1) y Estrella Roja (1).
El City no pudo desarrollar el fútbol que lo condujo a Estambul, aspecto atribuible como mérito a un aplicado Inter, que ejecutó su plan de juego como lo pensó el DT Simone Inzaghi. Los italianos cerraron las líneas de pase a los mediocampistas rivales, ejercieron una inteligente presión organizada por el croata Marcelo Brozovic e intentaron dañar con un juego directo, en el que sobresalió Federico Dimarco por el carril externo de la izquierda.
La tenencia del Manchester se expresó lejos del arco de Onana, con todos los adversarios detrás de la línea de la pelota, sin libertad para los posibles receptores de Rodrigo, quien estuvo a cargo de la salida.
Haaland sólo pudo encontrarse una vez con De Bruyne; Bernardo Silva quedó aislado por la derecha; Jack Grealish fue controlado por Denzel Dumfries y Gundogan tampoco gravitó en el juego interno como ocurrió en los anteriores partidos.
Como hace dos años en la final ante Chelsea en Lisbao, De Bruyne salió lesionado y la dejó su lugar a Phil Foden, más veloz en sus movimientos pero sin generar cambios en el curso del juego.
Inter, siempre más cómodo con las condiciones del partido, tuvo a todos sus futbolistas en un alto grado de concentración para equilibrar fuerzas a priori favorables al rival.
Lautaro jugó lejos del arco de Ederson y no pudo combinar con sus compañeros en la medida de lo necesario para generar oportunidades de gol en las transiciones ofensivas de su equipo.
En los primeros minutos de la parte final, con la sensación de partido controlado por parte de los italianos, Pep Guardiola pidió el aliento de los fanáticos británicos que coparon la mitad del estadio Atatürk.
El español buscaba un factor de motivación para sus jugadores, que no lograban conectarse en la cancha y se miraban por momentos con rostros de frustración.
En ese momento, Inzaghi apostó por el belga Lukaku, el mejor socio para Lautaro, quien ingresó a los 11 minutos por Dzeko. Enseguida, Inter tuvo una ocasión clara que el arquero le tapó al argentino después de una mala entrega hacia atrás de Bernado Silva.
La expectativa por el ingreso del argentino Julián Álvarez comenzaba a incrementarse en la noche turca cuando el marcador se inclinó inesperadamente para los británicos.
Manuel Akanji condujo hasta cercanías del área, detectó un espacio en el área entre Bastoni y Dimarco, Bernardo recibió con ventaja, envió un centro atrás y Rodrigo acertó con un remate certero de cara interna.
De inmediato Inter dispuso otra doble ocasión en la cabeza de Dimarco pero el travesaño primero y el propio Lukaku después, con un bloqueo involuntario, impidieron la caída del arco de Ederson.
Sobre el final, en un desenlace dramático, el brasileño tuvo un par de intervenciones memorables para sostener la victoria. A los 43 le tapó el gol a Lukaku y en la última jugada del partido rechazó un cabezazo de Gosens con todo el rival dentro del área.
¡NO BUSQUEN EXPLICACIONES! Lukaku tuvo una chance inmejorable, la pelota pegó en Ederson, luego de Rúben Dias y se fue al córner.
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— ESPN Argentina (@ESPNArgentina) June 10, 2023
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