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ODS 4: Educación y Educación Superior

Gilda Macías Carmignani
Universidad Casa Grande
miércoles, abril 19, 2023
La consideración de la educación superior como un sector estratégico para el desarrollo económico y social ha llevado a muchos Estados a hacer esfuerzos importantes para favorecer la democratización del acceso, aumentando en particular la cobertura pública y el fortalecimiento de los mecanismos de financiación para cursar estudios superiores en instituciones privadas
Tiempo de lectura: 5 minutos

 

  1. EDUCACIÓN

Uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos en la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas es el relativo a la educación (ODS 4), que busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, a través de siete metas.

Las metas, enumeradas a continuación, expresan la necesidad de que al 2030, los niños hayan accedido al nivel preescolar y hayan culminado los ciclos de enseñanza primaria y secundaria en entornos de aprendizaje inclusivos, no violentos, de forma gratuita, equitativa y de calidad (incluyendo el desarrollo sostenible), sin distinción de género, etnia, credo o discapacidad. En cuanto a los jóvenes y adultos, que estos hayan logrado una formación técnica y profesional para obtener un trabajo decente o un emprendimiento (UNESCO, 2018):

  1. Asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad, y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos.
  2. Asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria.
  3. Asegurar el acceso igualitario para todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.
  4. Aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.
  5. Eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situación de vulnerabilidad
  6. Asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética.
  7. Asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.

 

  1. EDUCACIÓN SUPERIOR

Según informes de organismos internacionales, la educación superior en América Latina y el Caribe ha logrado grandes avances en los últimos años; sin embargo, quedan aún varios desafíos a los que hacerle frente (UNESCO, 2023; UNESCO, UNICEF y CEPAL, 2022).

Los avances regionales se concentran, especialmente, en tres campos: económico, tecnológico y pedagógico.  Se destaca la creación de nuevas instituciones, mayor gasto público, agencias de aseguramiento de la calidad, estructuras administrativas especializadas, políticas de financiamiento, búsqueda de gratuidad, acceso a poblaciones minoritarias o vulnerables, capacitación docente y mayor tasa de matriculación que se incrementó de 19% al 39% a nivel mundial en las dos últimas décadas, y en América Latina, particularmente. Según la UNESCO:

La consideración de la educación superior como un sector estratégico para el desarrollo económico y social ha llevado a muchos Estados a hacer esfuerzos importantes para favorecer la democratización del acceso, aumentando en particular la cobertura pública y el fortalecimiento de los mecanismos de financiación para cursar estudios superiores en instituciones privadas. La región sigue siendo, a escala internacional, la que junto a Asia meridional cuenta con la mayor participación de la iniciativa privada en la provisión de educación superior (UNESCO IESALC, 2020b). Esta característica regional puede explicarse, en cierta medida, por las políticas que flexibilizaron los marcos regulatorios a finales del siglo pasado y el hecho de que las instituciones privadas suelen cubrir la demanda insatisfecha por la limitada oferta pública. (2023, p.17)

La participación de las mujeres ha sido también notable, ya que actualmente asisten 128 mujeres por cada 100 varones. De igual manera, con el propósito de proveer de competencias a personas que no son parte del sector universitario, se crearon programas de estudio de menor duración para responder a demandas en el ámbito productivo.

No obstante, el sistema de educación superior continúa siendo inequitativo, ya sea por causas relativas a la pobreza, movilidad geográfica, exámenes de admisión o discriminación (matriculación es del 40% en población indígena, 45,5% en la afrodescendiente y 71,9% en el resto), lo cual aumenta las brechas entre países pobres y ricos.

La pandemia de la COVID-19 fue también un detonante para magnificar tales brechas, al generar el cierre de varias instituciones, afectando a cerca de 23,4 millones de alumnos e ilustrando la falta de habilidades docentes en el manejo de las TIC. Asimismo, se mantiene la inequidad de género, ya que un gran porcentaje de mujeres ingresa solo a carreras relativas a la salud, bienestar, educación, y ciencias sociales.

Desde estas perspectivas, los desafíos hacia el futuro incluyen los siguientes:

  • Contar con un presupuesto público estable que permita a las instituciones de educación superior realizar cambios, tanto en materia de capacitación de docentes como en infraestructura tecnológica, que promueva el aprovechamiento de la educación virtual.
  • Vincular la educación superior con la investigación y la innovación como un valor estratégico que apoye el planteamiento y ejecución de metas al futuro.
  • Repensar la educación superior, ampliando su concepción a la educación técnica y la movilidad entre las diversas ofertas formativas.

En términos de gobernanza universitaria, no se cuenta con data suficiente que permita concretar cuál modelo impacta de mejor manera en la calidad y equidad del sistema universitario. Aún así, es interesante mencionar el estudio El impacto de la autorregulación en la gobernanza de los sistemas de educación superior europeos en la calidad y equidad (UNESCO-IESALC, 2022), el cual incluye un Índice de autorregulación (capacidad de tomar decisiones independientes) en cinco áreas: control y evaluación de calidad, financiamiento, estrategia y estructura, personal, enseñanza e investigación.

El estudio en mención comparó los resultados del Índice con los indicadores de la educación superior, en torno a: 1) calidad institucional, 2) mercado laboral de egresados, 3) número de inscritos, y 4) tasa de graduación, concluyendo que no se detectó una relación evidente entre la autorregulación, los entornos donde hay autorregulación, y una mejor calidad y equidad en el sistema; y que más autorregulación sin medidas complementarias no garantiza una mejor educación superior y viceversa. De allí que se proponga, en aras de ampliar el acceso y equidad, como requiere el ODS 4, que exista mayor orientación de las políticas públicas, y a su vez que se generen iniciativas más autónomas.       

Comentarios

¿Será posible avanzar en los temas que se debaten a nivel mundial, cuando no somos capaces de ponernos de acuerdo en las reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior? A la fecha y luego de dos años de trabajo, la Asamblea Nacional archivó el Proyecto de reformas a la LOES, aduciendo vacíos legales y violaciones a derechos de estudiantes y docentes, autonomía universitaria, financiamiento, entre otros temas.

Referencias

UNESCO (2023). Avances hacia el ODS 4 en educación superior: desafíos y respuestas políticas en América Latina y el Caribe. Documento-de-Trabajo-03_Espanol_FINAL-1.pdf (unesco.org).    https://www.iesalc.unesco.org/2023/01/24/strocuales-han-sido-los-desafios-y-respuestas-politicas-en-america-latina-y-el-caribe-para-avanzar-hacia-el-ods4-en-educacion-superiornbspnbsp-strong/

UNESCO-IESALC (2022). Establecimiento de vínculos con el ODS 4: Gobernanza de la educación superior y la calidad y equidad de los sistemas de educación superior. https:/www.iesalc.unesco.org/2022/07/19/establecimiento-de-vinculos-con-el-ods-4-gobernanza-de-la-educacion-superior-y-la-calidad-y-equidad-de-los-sistemas-de-educacion-superior/

UNESCO, UNICEF y CEPAL (2022). La encrucijada de la educación en América Latina y el Caribe. Informe regional de monitoreo ODS4-Educación 2030.  https.//unesdoc.unesco.org/ark/48223/pf0000382636

UNESCO (2018). Guía Abreviada de Indicadores de Educación para el ODS 4. http://uis.unesco.org/sites/default/files/documents/quick-guide-education-indicators-sdg4-2018-sp.pdf

 

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