La migraña es una enfermedad y el dolor de cabeza es un síntoma que aparece o que está presente en la migraña. Es bastante frecuente en nuestra sociedad. Muchas personas la padecen, siendo más frecuente en mujeres. Los niños también pueden tener migraña, y hasta un 6-8% de menores la padecen.
Muchas personas piensan que la migraña tiene lugar cuando sucede el ataque o crisis, si bien la migraña es una enfermedad constante, y los ataques son una manifestación de esta condición, según precisa en una entrevista con Infosalus la neuróloga Patricia Pozo Rosich, jefa de sección del servicio de Neurología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. “Por definición, cuando se tienen 5 ataques en su vida se le considera una persona con migraña”, puntualiza.
La también directora del Migraine Adaptive Brain Center del citado centro hospitalario y secretaria honoraria de la Sociedad Internacional de Cefalea, recuerda que lo que distingue a una migraña de un dolor de cabeza es que este último es un síntoma que aparece o que está presente en la migraña.
¿Cómo identificarla y cuál es el tratamiento?
Un equipo de investigadores de la Universidad Complutense, la Universidad Politécnica de Madrid (UPN) y el Servicio de Neurología del Hospital Universitario de la Princesa, de España, consiguieron clasificar en cuatro tipos la morfología de los dolores de cabeza con datos de evolución de dolor, se informó hoy.
Los investigadores lograron recoger los datos con una aplicación móvil y de aprendizaje automático, una rama de la inteligencia artificial, y la importancia de sus resultados radica en conocer en detalle las características del dolor, lo que ayudará a los profesionales sanitarios a prescribir objetivamente tratamientos personalizados para cada paciente y crisis.
“Esta metodología no solo permitirá a los profesionales sanitarios realizar un mejor manejo del paciente con migraña y mejorar su calidad de vida, sino que también podría ser aplicada a otras enfermedades con crisis sintomáticas como el dolor oncológico”, indicó Josué Pagán, investigador de la UPM que formó parte del equipo de trabajo.
La migraña es una de las enfermedades neurológicas más discapacitantes que afecta a más del 12% de la población mundial, informó el SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas).
La migraña, además de los altos costos económicos para los sistemas de salud público y privado, es una enfermedad crónica que puede dar lugar a episodios de un intenso dolor de cabeza de hasta 14 días al mes, en pacientes con una dolencia episódica, y más de 15 días a aquellos que la tienen cronificada.
Muchas enfermedades crónicas (como el dolor oncológico, cefaleas o crisis de migraña) cursan con crisis de dolor sintomático.
Cada una de estas crisis puede ocurrir varias veces al mes y tener particularidades, como su intensidad, duración o sintomatología, que no son consideradas en las guías clínicas.
En ese sentido, al no tenerse en cuenta el dolor de una crisis concreta puede suceder que la medicación sea ineficaz y llevar al paciente a una sobremedicación.
Esos efectos indeseados podrían evitarse conociendo en detalles las características específicas del dolor para tratamientos personalizados.
Cuatro tipos de migrañas
Este estudio consiguió clasificar los tipos de migraña según cómo evoluciona su dolor: migrañas de alta intensidad, de inicio abrupto e intenso, de larga duración e intensas, y de baja intensidad.
Esta clasificación solo necesita cuatro datos morfológicos de la crisis, como su duración, o el nivel máximo de intensidad durante la crisis.
Para conseguir esta categorización, los autores utilizaron datos de 344 crisis de 51 pacientes, quienes indicaron la evolución del dolor en tiempo real, y los síntomas que aparecieron antes, durante, o al final de la crisis de dolor.
Los autores demostraron que existen diferencias significativas con respecto a la clasificación del dolor y los síntomas según el tipo de crisis.
Con respecto a los síntomas durante el dolor, se destacaron las diferencias en la presencia de náuseas, sonofobia (sensibilidad al ruido), y osmofobia (sensibilidad de los olores); y en los previos notificaron la dificultad para emitir lenguaje y la sensación de mareo.
Además, los tipos de dolor clasificados también permiten distinguir cómo serán algunos síntomas que aparecen después del dolor, como el aumento de apetito o la somnolencia.
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