Beber agua con limón por la mañana puede tener beneficios. Y no, no hablamos solo de las propiedades depurativas que siempre se le han atribuido. Tiene otras cuantas bondades más allá de su efecto detox. Pero dado que es uno de los trucos de bienestar y nutrición más polarizante y que más opiniones encontradas genera –desde los que creen con fervor que ayuda a perder peso (spoiler: no es cierto) a los que afirman que no vale absolutamente para nada–, hemos hablado con la nutricionista Laura Parada, directora técnica de Slow Life House, para hablar de los beneficios que Sí tiene. Antes de entrar en materia diremos una cosa a favor de ingerir líquido a primer ahora de la mañana: es una manera de evitar que el organismo retenga líquidos ante su ausencia para poder realizar sus funciones corporales.
“Ayuda a poner en marcha el proceso de digestión por la mañana”, explica la experta. Y eso significa que también calma la indigestión, la acidez estomacal y la hinchazón. Además, el limón es conocido por estimular la producción de bilis y jugos gástricos y, por tanto, puede evitar la formación de gases. Eso sí, esto no quiere decir que sirva para adelgazar, todo lo contrario: este remedio no es milagroso ni tiene efecto quemagrasas.
“Refuerza el sistema inmunológico”, apunta Parada, en referencia al alto contenido en vitamina C que tiene el jugo de limón. Además, también es rico en vitamina B, calcio, hierro, magnesio, potasio y enzimas.
Es bueno para la piel por su alto contenido en antioxidantes que “previenen el daño de los radiales libres”, señala la experta.
Hidrata el organismo. Recordemos que, tal y como explicamos en otra ocasión, beber en ayunas una parte importante de la cantidad de agua que tenemos que beber durante el día es una forma eficaz de estimular el metabolismo e hidratar el cuerpo. Dado que en ocasiones beber agua puede dar cierta pereza, añadir el zumo de limón “puede dar un sabor agradable que facilite la tarea”, apunta Parada. Además, el hacerlo en ayunas favorece la hidratación del cuerpo después de haber estado muchas horas sin hidratar durante la noche.
“Mejora el tránsito intestinal e hidrata el colon”, señala Parada, por lo que tomarlo en ayunas puede ayudar en procesos de estreñimiento. Además, el limón, al ser rico en fibra, también favorece los procesos intestinales.
Requisito: el agua tiene que estar templada, no caliente
Parada recala que es importante que la temperatura del agua sea templada y no caliente ya que “al estar a una temperatura igual que la de nuestro cuerpo se absorbe mucho más rápido ya que no tiene que descender su temperatura para poder asimilarla”, explica la experta.
Y no, el limón no es alcalinizante
Y solo un apunte, entre todos los beneficios que tiene este truco, Parada descarta que sea un truco alcalinizante. Aunque mucho se ha hablado de la posible capacidad de los alimentos para alcalinizar el pH de la sangre –y de los supuestos beneficios que puede tener como prevenir la osteoporosis o regular la tensión arterial–, Parada nos confirma que no es posible cambiar el pH de nuestro organismo mediante la dieta. “Se suele escuchar que el agua con limón podría modificar el pH de la sangre con un efecto alcalinizante. Esto es falso ya que los encargados de regular la acidez sanguínea son los riñones, hígado y pulmones, manteniéndola siempre en un rango de 7,3 a 7,5”, apunta.
Texto original publicado en la Revista VOGUE
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