La Red de Salud emitió este jueves lineamientos de acción el avance del ómicron en el Ecuador. El objetivo es evitar el colapso vivido en el 2020. Estos incluyen derivar a las personas con síntomas leves a los centros de salud, que estarán abastecidos con pruebas de diagnóstico.
Los casos graves serán referidos a los hospitales básicos y generales. Y se evitará ocupar espacios en hospitales especializados o de tercer nivel, que se concentrarán en atender otras enfermedades de complejidad.
El país tiene 8 805 camas para hospitalización; 1 249 han sido separadas para covid-19 y hasta el martes su ocupación era del 27%. Las camas UCI son cerca de 1 600; 395 están asignadas a casos graves de covid con una ocupación del 49%.
El Pablo Arturo Suárez tiene 21 camas UCI habilitadas para casos de coronavirus y están copadas. Por eso empezarán a abrir nuevos espacios de manera paulatina, porque se espera un nuevo pico en enero. El hospital tiene capacidad de habilitar otras 25 camas, como lo hizo en la fase más crítica de contagios.
En el IESS Quito Sur hay 10 camas en la UCI covid, todas con pacientes. Sin embargo, han modificado la estrategia de atención en las salas de cuidados intermedios. Allí aplican métodos de ventilación no invasiva para evitar que los pacientes lleguen a terapia intensiva. Así se reduce el tiempo de recuperación y mejora el flujo de atención en UCI, explica Francisco Mora, coordinador de Vigilancia Epidemiológica e Infectología.
El termómetro para los especialistas está en el área de Emergencia, donde cada día llegan 130 personas con síntomas respiratorios aunque no todos tienen covid. Mientras esa cifra se mantenga aún no resulta necesario ampliar camas, porque un 80% puede seguir un tratamiento en casa.
Pero Mora sí advierte un aumento en la positividad de covid que siguen de cerca. “La positividad estaba entre 13 y 14% y ahora está en un 40%”.
En el país funcionan 900 puntos para tamizaje y pruebas diagnósticas.
La ministra Ximena Garzón explica que las pruebas de antígeno han sido focalizadas en zonas calientes, con menos cobertura de vacunación y más contagios. En cuanto a análisis PCR, hay una donación de OPS y además se tiene el soporte de los laboratorios particulares.
“La red de laboratorios está activada, recibimos la información y analizamos, epidemiológicamente, la tendencia de contagios para determinar si existe un rebrote. Apenas tengamos un cambio de tendencia lo haremos saber”, dijo.
En Guayaquil, la positividad en algunos laboratorios privados era del 10% para coronavirus. En la última semana, subió dos puntos y hay otras estadísticas que también aumentan.
Las UCI en el cantón han pasado de 40 pacientes a 47. Y en las salas de hospitalización había 93 personas hasta el martes. Aunque en su mayoría son cuadros leves y moderados, preocupa que las muertas pasaran de una a tres diarias.
Carlos Farhat es el director de la mesa técnica de Salud del COE cantonal y diagnostica una tendencia al alza con una gravedad estabilizada. “Pero hay un agravante más: tenemos Ómicron. Hay tres casos oficialmente reportados por el MSP, aunque hay muchos médicos particulares que manifiestan atender pacientes con esta variante”.
El hospital IESS Los Ceibos tiene 12 camas UCI para covid. Pero Freddy Aveiga, director de Epidemiología, recuerda que en los días más críticos llegaron a tener 40 de estas camas solo para atender coronavirus. Por eso asegura que la situación aún es estable.
Además, destaca la importancia de la vacunación. Del total de personas que acude por sintomatología respiratoria a este hospital, el 80% recibe tratamiento ambulatorio y en su mayoría están inmunizados.
La OMS aseguró que tanto los vacunados como quienes se infectaron naturalmente con el virus corren el riesgo de infectarse o reinfectarse con Ómicron. Sin embargo, aclaró que todas las vacunas disponibles tienen su grado de efectividad ante la nueva variante.
De ahí la necesidad de completar el esquema. Junto a las medidas de bioseguridad, las vacunas reducen el riesgo de esta enfermedad, que cada semana cobra más de 50 000 vidas en el mundo.
El Ómicron avanza y puede poner a prueba los sistemas hospitalarios. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la advertencia esta semana al asegurar que es “imprudente” concluir que su impacto sea más leve al de variantes anteriores solo porque los primeros casos reportados tuvieron ligeros síntomas.
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