Desde los primeros instantes de vida hasta que una persona envejece, cada etapa tiene un requerimiento especial de nutrientes, los cuales son recibidos a través de la alimentación. Sin embargo, si el ser humano no es consciente de mantener una vida saludable, es posible que a futuro desarrolle enfermedades.
Según el sitio Nuestros Mundo en Datos (Our World in Data) cada año mueren de manera prematura 4,7 millones de personas a causa de la obesidad, una de las enfermedades comunes en nuestro contexto. La población ecuatoriana muestra un comportamiento de consumo de alimentos sanos, como las frutas de un 90,60% por persona, cada año, lo cual da indicios para mejorar la alimentación.
Por un lado, los individuos pueden presentar una alimentación insuficiente, que provocará bajo peso y causará una desnutrición. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de los grupos etarios más afectados son los niños y niñas menores de cinco años, quienes incluso son diagnosticados con anemia o baja talla, desencadenando infecciones intestinales, diarreas, gases, dolores abdominales y malestar general.
Por otro lado, la alimentación excesiva se presenta mayormente en adultos o ancianos quienes desarrollan enfermedades de síndrome metabólico como la diabetes, hipertensión, hígado graso y obesidad.
Verónica Cárdenas, directora de la carrera Nutrición y Dietética en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) explica que a raíz de estas situaciones, es imprescindible que quienes padecen estos males, cambien sus hábitos alimenticios apoyados por un especialista para evitar mayores riesgos.
“Lamentablemente el confinamiento trajo consigo una serie de alteraciones, en unos casos hay quienes poseen más tiempo para preparar sus alimentos, optando por cuidar su salud. No obstante, hay personas que al estar en casa reciben más trabajo y, por consecuencia, se disminuye el tiempo para cocinar, por tanto, es más probable que consuman excesivamente grasas saturadas y azúcares. A ello se suma el sedentarismo provocado por estar mucho tiempo frente a un computador”, señala.
Según la OMS, los hombres adultos promedio deben consumir alrededor de 2 900 calorías, mientras las mujeres promedio 2 200 calorías. Además, se recomienda realizar una hora de ejercicio diario, considerando los minutos previos para hacer calentamiento y estiramiento, de cardio y relajación.
Es importante recordar que para que alguien acceda a una alimentación adecuada debe complementar los cinco grupos alimenticios:
Según el Ministerio de Salud de Ecuador (MSP), para prevenir la desnutrición infantil es importante que niños y niñas tomen al menos cinco vasos de leche de vaca o de soya por semana, en adultos puede variar el consumo de acuerdo al nivel de tolerancia.
También es necesario que las personas, independientemente de su edad, consuman huevos, sin abusar pues un consumo excesivo de este alimento puede causar un aumento de colesterol y triglicéridos. Durante la semana, los niños pueden consumir hasta seis unidades semanales, los adultos cuatro.
Con respecto a las carnes es aconsejable consumir las blancas o rojas, pero evitando su consumo excesivo y la grasa que contienen. Lo mejor es retirar la piel de las aves o pescados, para evitar la formación de ateromas en las arterias (cúmulos de grasa).
En cuanto a los vegetales es recomendable aprovechar la variedad que tiene el Ecuador y consumirlos de dos formas: natural, sin cocinar o al vapor, es decir hervir agua y en un recipiente superior cocer los vegetales durante tres minutos, así no pierden sus minerales y vitaminas.
En el caso de los cereales son la fuente principal de consumo en el país, pero deben ser ingeridos con moderación, tomando en cuenta otros cuatro grupos de alimentos y así estar saludable.
Cárdenas comenta que, en el caso de la población infantil, es necesario restringirles los frutos secos, debido a que tienen una gran capacidad alergénica que pueden producir molestias o incluso atragantamientos en menores de dos años de edad. Por otro lado, los adolescentes deben evitar bebidas azucaradas con gas o sin gas, por su alto contenido calórico.
“Para todas las edades es mejor evitar alimentarse de repostería, azúcares, frituras, enlatados, embutidos o productos que terminan su tiempo de cocción, pues desgastan al organismo” indica.
Carmen Cueva, estudiante de tercer semestre de esta carrera, tiene un consultorio privado en la ciudad de Loja donde ejerce como Dermatocosmiatra y esteticista, por esta razón decidió estudiar Nutrición y Dietética en la UTPL, para brindar un servicio más integral a los pacientes. “Escogí a la Universidad Técnica Particular de Loja, como mi formadora principal de la carrera de Nutrición y Dietética, reiterando mi confianza hacia los docentes y hacia la calidad científica y humana de la Universidad”, señala Cueva.
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