El incremento de salarios básicos para maestros que consta en la Ley de Educación Intercultural, aprobada por unanimidad por la Asamblea y enviada al Registro Oficial con la aprobación del Presidente Lenín Moreno, el 10 de abril pasado, no sería viable porque no cuenta con el financiamiento adecuado. La norma establece un salario básico para maestros de 2,5 veces el salario básico unificado. En este año sería $1.000.
El ministro de Economía y Finanzas, Mauricio Pozo, dijo esta semana, que para cubrir el incremento salarial que se plantea en dicha ley se requieren $3.000 millones de ingresos permanentes. Esto es un equivalente a subir 6 puntos el impuesto al valor agregado (IVA), es decir del 12% al 18%.
Pozo dijo que la ley no fue vetada porque se le quería cargar al Presidente Moreno con toda una responsabilidad política, haciéndole a él ponerse en contra de los maestros, cuando fueron los propios asambleístas, incluidos los de los bloques de los entonces candidatos presidenciales los que la aprobaron.
Moreno dijo que enviaba la ley al Registro Oficial. “Entiendo que las bancadas de los dos candidatos presupuestaron los recursos para implementarla como manda la Constitución”, dijo en su momento.
Pozo dijo que es inejecutable porque le pongan a quien le pongan en el Ministerio, o si le pusieran una pistola en la cabeza, no se podrá pagar lo que dice la ley, pues no existen los recursos.
Isabel Vargas, presidenta de la UNE, en una carta abierta al presidente electo Guillermo Lasso, defendió la ley por una serie de reformas que harían menos autoritaria a la educación y le pidió que tras haberse aprobado de manera democrática, proceda a generar el reglamento necesario para poder aplicarla.
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