Las emisiones de carbono están aumentando nuevamente después de una breve pausa cuando la pandemia congeló a industrias enteras y también los viajes internacionales. Las emisiones de la quema de combustibles fósiles se redujeron en un inigualable 17% con respecto al año anterior durante el pico de las cuarentenas en abril. Pero a principios de junio ya habían regresado a cerca de 5% por debajo de los niveles de 2019, según United in Science 2020, un informe coordinado por la Organización Meteorológica Mundial.
Si bien las emisiones generales caerán más que nunca este año, la caída no ralentizará el cambio climático y se prevé que los cinco años hasta 2020 serán el quinquenio más cálido registrado, según el informe.
La concentración de emisiones de carbono no muestra señales de alcanzar su punto máximo porque los humanos continúan bombeando dióxido de carbono, aunque a un ritmo ligeramente más bajo que el año pasado. Las emisiones de metano, que tienen mucho más potencial de calentamiento, también han aumentado en la última década, reseña Bloomberg.
“Las concentraciones de gases de efecto invernadero, que ya se encuentran en sus niveles más altos en 3 millones de años, han seguido aumentando”, dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas. “Si bien muchos aspectos de nuestras vidas se han visto afectados en 2020, el cambio climático no ha disminuido”.
Las emisiones de carbono caerán este año entre 4% y 7% en comparación con 2019, según Global Carbon Project, uno de los contribuyentes del informe. Es la primera caída desde 2016, pero solo afectará ligeramente la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Ese nivel de emisiones no es compatible con el objetivo más ambicioso del acuerdo climático de París de 2015. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C frente a la época preindustrial, las emisiones globales deben reducirse a la mitad para 2030. En comparación, las emisiones globales fueron de 36.700 millones de toneladas métricas el año pasado.
“Nunca antes había quedado tan claro que necesitamos transiciones limpias, inclusivas y a largo plazo para abordar la crisis climática”, dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. “Necesitamos ciencia, solidaridad y soluciones”.
El cambio climático se está manifestando en eventos climáticos extremos como la ola de calor en Siberia durante el primer semestre de 2020, lo que habría sido muy poco probable sin el cambio climático provocado por el ser humano, dice el informe. Los incendios récord en California, la reducción de las capas de hielo y la disminución de los glaciares son otros indicadores. La extensión del hielo marino del Ártico ha disminuido constantemente entre 1979 y 2018.
La pandemia también interrumpió los sistemas de observación global, lo que a su vez afectó la calidad de los pronósticos meteorológicos, climáticos y oceánicos, según el informe. Las observaciones desde aeronaves cayeron en un promedio de 75% a 80% en marzo y abril y solo ha habido una ligera recuperación desde junio. Las estaciones meteorológicas operadas manualmente, especialmente en África y Suramérica, también se han visto gravemente interrumpidas.
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