La caución

Un juez penal negó el pedido de caución para los hermanos Dalo, Michel y Jacobo Bucaram por no cumplir con los requisitos necesarios y extendió las órdenes de prisión preventiva para Gabriela Pazmiño, esposa de Dalo Bucaram, y para Jorge Henríquez, exfuncionario del Hospital del IESS, Teodoro Maldonado Carbo.

¿Cuál es la razón para el pedido de la fianza? Supuestamente defenderse en libertad al evitar la prisión preventiva luego del pago de $10 mil por cada uno de los hermanos Bucaram refugiados en Estados Unidos y 25 mil por Jacobo Bucaram que es buscado por la Policía en Ecuador.

Su abogado había dicho que deseaban volver para contar su verdad histórica. ¿Cuál verdad histórica no se puede contar ante un juez en un proceso normal? Una práctica común ya parece ser huir, buscar refugio, denunciar que la justicia está politizada por quienes politizaron la justicia en la década pasada con un Consejo de la Judicatura que funcionaba como la intendencia de Carondelet, al igual que la llamada Asamblea de las manos limpias, cuya expresidenta y defensora de ese discurso ahora está refugiada en México.

¿Por qué temerle a una investigación en curso? Los hermanos Bucaram sí tienen que contarle mucho al país, pero lo pueden hacer al igual que cualquier procesado, sin privilegios, sin volver de Miami como si nada hubiera pasado, como si no existiera denuncias de casos perversos como el aprovechamiento de la emergencia sanitaria para incrementar sus patrimonios personales.

Los hermanos Bucaram aceptaban pagar como si nada 45 mil dólares para cambiar sus órdenes de prisión preventiva, en plena crisis económica.